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Una herradura con forma de corazón en Dos Hermanas

El Centro Nazareno de Terapias Ecuestres amplía sus propuestas al ocio familiar.

el 11 jul 2011 / 19:33 h.

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Un grupo de pequeños escolares atiende las explicaciones de Rocío Figueruela.

En noviembre de 2007, seis jóvenes alumnas de un taller de empleo orgenizado por el Ayuntamiento de Dos Hermanas -hoy quedan cuatro- decidieron poner en marcha el Centro Nazareno de Terapias Ecuestre La Herradura con un solo caballo y pocos medios y conocimientos de cómo funcionaba una cooperativa. A día de hoy tienen ya 11 caballos y trabajan 12 personas, incluidas las cuatro emprendedoras: Ana Baus, Cristina Fernández, Rocío Figueruela y Marián Sillero, y una marca que muestra claramente su implicación en este proyecto que va mucha más allá de ser una empresa: una herradura con forma de corazón.

Desde un principio su labor se centró en la terapia ecuestre para personas discapacitadas, pero poco a poco se dieron cuenta de que el contacto con los caballos beneficia a todo tipo de personas. Así incluyeron otras actividades: "empezamos con excursiones escolares con caballos e introdujimos los campamentos urbanos de verano, Semana Santa y Navidad para todo tipo de niños, discapacitados o no, que conviven y disfrutan del ocio en la naturaleza", explica Fernández.

Los campamentos están centrados en el caballo y todo lo que le rodea, desde el cuidado a la alimentación, y a la monta. "Cada vez acuden más niños, no sólo de Dos Hermanas, sino también de Alcalá de Guadaíra, Los Palacios y muchos de la capital, y este año hemos ampliado el horario de 9.00 a 14.00 a 7.30 a 15.30 horas, con el aula matinal y el comedor", señala esta pedagoga e intérprete de lengua de signos.

La terapia ecuestre, de la que se benefician niños de dos a 40 años del trato directo con los caballos, sigue siendo el origen pero hoy La Herradura es mucho más que un centro de terapia ecuestre y sus proyectos no hacen más que crecer. "Tenemos muchos proyectos que en los próximos meses van a ir tomando forma, partiendo de Más Herradura, que es la madre, y dentro de ésta se incluyen las terapias ecuestres, individual y grupal, pero también el programa A divertirse, con actividades de ocio inclusivo, como celebraciones de cumpleaños, visitas familiares y de grupos".

Además, los cursos de formación que hasta ahora impartían fuera de sus instalaciones en el Gran Hipódromo de Andalucía -en el que cuentan con sus oficinas, talleres y un lugar para guardar sus caballos por un módico alquiler, gracias a Apuesta Mutua Andaluza- quieren realizarlos también aquí, y están los proyectos educativos, que incluyen los campamentos urbanos y las visitas escolares.

"Pero ahora queremos incorporar también las visitas de mayores, residencias que vengan y elijan si montan o no, o si prefieren dar un paseo en carro", señala Cristina, quien cargada de la ilusión que da trabajar "en lo que nos gusta, una labor muy gratificante", anuncia otros de sus proyectos en cartera: "abrir una escuela de equitación convencional para el próximo octubre" y crear "una asociación para trabajar la responsabilidad social corporativa, que dará charlas gratuitas y recogerá fondos para niños que no puedan pagar el tratamiento".

La ilusión es grande en estas cuatro chicas que desde un principio vieron recompensada su labor emprendedora con premios nacionales, como el de la Obra Social de Bancaja, andaluces, como el de Mejor Idea Emprendedora de Andalucía en 2008, y locales, el que les dio el Ayuntamiento de Dos Hermanas en octubre de 2009, Premio Mujeres Emprendedoras.

El Consistorio fue el primero en darles el empujón, con el curso que les dio la posibilidad de dedicarse a lo que les gusta y a trabajar para el desarrollo personal de los discapacitados y de todos los convencidos de la fuerza que da el contacto con los animales y la naturaleza.

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