Un mal partido del Betis, aunque no de los peores, lo aprovechó el Atlético para ganar con dos chispazos de Forlán y situarse a un punto de la cuarta plaza de Champions. Los verdiblancos ven reducida su ventaja sobre el descenso de cuatro a tres puntos.
El Betis deberá jugarse la permanencia ante Athletic, Almería, Málaga o Valladolid, cuatro rivales que lo tienen prácticamente todo hecho en la Liga y ante los que ha de buscar al menos una victoria que certifique de una vez por todas una salvación que se está haciendo de rogar. La afición, que ha sido muy respetuosa durante toda la temporada, se está empezando a hartar y ayer no paró de lanzar gritos en contra de los jugadores mercenarios y del propio Lopera, que por cuarto año consecutivo tiene al Betis luchando por no descender como único objetivo.
Ayer Noguès quiso cambiar algunas cosas para intentar dotar al equipo de la chispa de la que había carecido ante Valencia y Espanyol. Arzu y Edu fueron los grandes sacrificados, y el canterano Cañas y Juanma los agraciados con la titularidad. Dos cambios que no arreglaron nada, pues los verdiblancos salieron con la misma parsimonia y sangre fría del domingo anterior en Mont- juïc, donde a los 3 minutos ya iban perdiendo por un error en el marcaje a De la Peña que costó la titularidad a Arzu. Ayer el Atlético tardó sólo un poco más en desnudar las carencias del sistema defensivo bético, que hizo aguas por el lado de Fernando Vega y por el eje de forma clamorosa, ya que Forlán (14') remató un pase de la muerte de Maxi Rodríguez con pasmosa facilidad pese a estar rodeado por cuatro adversarios, el más cercano Juanito, que comenzó a ser silbado por la afición cada vez que tocaba el balón.
A raíz del 0-1 el Atlético se dedicó a conservar su ventaja sin ningún tipo de alardes. Maniató a los béticos en medio campo y anuló por completo a Emana, que junto a Mark González es el único futbolista que hoy tiene el Betis capaz de desequilibrar al contrario. Oliveira está cada día más lejos del que fue y algo parecido le pasa a Edu tras su larga convalecencia: ayer empezó el partido desde el banquillo, pero entró a los 24 minutos por la lesión de Juanma, y muy poca fue su aportación en ataque, lo que acusó sobremanera el equipo, incapaz de romper el cansino ritmo que el Atlético le había impuesto al choque tras el 0-1.
De hecho, hasta el minuto 71, los verdiblancos sólo habían gozado de una ocasión de gol, que desaprovechó Capi (41') con una imprecisa vaselina tras plantarse solo ante Leo Franco. El conformismo de los colchoneros, no obstante, permitió a los béticos apretar en los minutos finales y gozar de un remate al larguero de Perea (71') en propia meta tras un córner, y de una doble ocasión muy clara para Oliveira y Odonkor (85') que no fue gol por culpa de Leo Franco primero y la impericia del alemán en el remate después. Con el Betis volcado en busca del empate, Luis García montó una rápida contra que volvió a culminar Forlán: 0-2 y la agonía bética que se prolonga.
