El esplendoroso Domingo de Ramos que ayer se vivió en Sevilla tuvo un terrible punto negro a primera hora de la tarde, cuando una mujer y su bebé de siete días fallecieron al caer desde una azotea a un patio interior, aunque otras fuentes señalaron que la víctima se arrojó desde un segundo piso una vez dentro del inmueble.
Fuentes del servicio de emergencias 112 apuntaron que todo indica que la mujer se lanzó intencionadamente con su pequeño en los brazos, ya que según las primeras investigaciones “no parece haber elementos que hagan pensar en un accidente”.Según las mismas fuentes, alrededor de las 14.00 horas el 112 recibió un aviso de los vecinos en el que alertaban de que una mujer se había precipitado al vacío con su bebé en brazos en la calle San Vicente, concretamente en el número 61.
Las investigaciones iniciales han podido confirmar que la mujer no vivía en esa casa, sino que accedió a ella a través de las azoteas de los edificios colindantes de la calle San Vicente, según fuentes de la Policía Nacional. Inicialmente se pensó que había podido entrar por la puerta el inmueble, pero después se comprobó que accedió por las azoteas.
Fuentes de la investigación señaron que la fallecida vivía en una calle cercana a donde se produjeron los hechos, y que primero habría subido a la azotea de su vivienda. Una vez allí pasó al bloque colindante, el 61 de la calle San Vicente, un inmueble de tres pisos con balconada al patio interior. No obstante, algunos vecinos apuntaron que se arrojó desde la segunda planta, una altura no excesiva pero que acabó provocando su fallecimiento y el de su hijo recién nacido.
El servicio de emergencias dio aviso a la Policía Local y a la Nacional y al 061, que certificó el fallecimiento de ambos. Según el 112, no parece haber ningún elemento para suponer que se trate de un accidente y todo indica que ha sido un hecho intencionado. El suceso obligó a acordonar la zona y provocó un importante revuelo en un momento en el que la calle, en pleno centro, estaba abarrotada del público que se preparaba para empezar a ver las cofradías de la jornada.
Vecinos de la zona señalaron que la mujer ya había vivido episodios anteriores provocados por los problemas psicológicos que padecía. Según esta versión, habría logrado salir de su vivienda aprovechando un descuido de su marido, escapando a la azotea. Una vez en ella logró alcanzar la última planta del bloque colindante, en el que finalmente se produjeron los hechos.
