Cofradías

Domingo cofrade de canela y clavo

La Hermandad de los Gitanos celebra los 25 años de la coronación de su Virgen con un masivo traslado desde la Catedral en el que no ha faltado un espléndido sol.

el 27 oct 2013 / 17:49 h.

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Sevilla 27 10 2013: Virgen de los GitanosFOTO:J.M.PAISANOCanela y clavo fueron las esencias sacras de este domingo, convertido en un hermoso trasunto del de Ramos, aún estando muy lejos de la primavera soñada. Jornada cofrade de intensas emociones, los hermanos de Los Gitanos vivieron ayer una importante celebración, la que dictó la efeméride de los 25 años de la coronación de la Virgen de las Angustias. Ayer como aquel día de 1988, en recuerdo de quienes lo vivieron y como homenaje a Sevilla entera, la hermandad vivió una jornada que comenzó a media mañana, en la Catedral, con una jubilosa misa estacional que fue presidida por el vicario general Teodoro León.

En el interior del templo, el ambiente de fasto parecía irreprimible. Por entre las bancadas la emoción ante la dolorosa bajo palio presidiendo el altar se extendía entre todos los estamentos, de la nómina de hermanos mayores allí presentes al hermano recién llegado y el feligrés que no quiso perderse una de esas estampas inéditas que con reiterada frecuencia ofrece el mundo cofrade.

Hubo quienes echaron de menos una mayor intensidad de verbo sobre la coronación de la dolorosa en la homilía pronunciada por el vicario, muy centrada en temas pastorales y en la generosa y amplia labor social de la señera corporación de San Román. Pero su recurrencia a la unión de payos y gitanos en aquella coronación sigue resultando hoy plenamente vigente.

Reflexiones a un lado, la hora gloriosa se establecía a las cuatro y media de la tarde, cuando habían de abrirse las puertas de la Catedral para que la tarde estallara con las Angustias por la calle, buscando su templo, igual que en la Madrugá, sin tanto márchamo mítico, pero con una comodidad inédita para poder observar su discurrir.

Pese a ello, desde casi una hora antes de la salida el público rebosó la Plaza Virgen de los Reyes y se extendió como un compacto reguero por Alemanes. Tres minutos antes de la hora prevista, la Cruz de Guía se detuvo en el dintel de la Puerta de Palos de la Catedral provocando ese murmullo de emoción tan característico que sólo se vive y se reconoce en la semana grande. Con repique de campanas y al son de Madre de las Angustias Coronada, la dolorosa, a paso muy moroso, comenzó a revirar en medio de un aplauso que dejó ver, a las claras, las ganas de Semana Santa de un pueblo entregado que se arremolinó tras el palio erigiendo la Avenida de la Constitución en un mar de personas que la acompañaron hasta el Ayuntamiento, a donde llegó con Estrella sublime como banda sonora de un Domingo de Ramos de noviembre que vivimos, ensoñados, hasta la medianoche.

Gitanos Catedral @OidoAlMartillo

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