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El Macarena crea una técnica para eliminar miomas uterinos sin ingresos

61 pacientes ya se han beneficiado de la nueva fórmula que permite reducir estos tumores benignos con una intervención por vía arterial «más segura» y de una hora de duración

el 31 jul 2014 / 13:49 h.

 La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Jose Sánchez Rubio(2d), junto al equipo de profesionales del Hospital Macarena de Sevilla que han impulsado una nueva técnica en el tratamiento de miomas uterinos, que permite reducir los ingresos hospitalarios y mejorar la calidad de vida de las pacientes, que son sometidas a una intervención de menos de una hora y con anestesia local. / EFE La consejera de Salud, María Jose Sánchez Rubio, junto al equipo de profesionales del Hospital Macarena de Sevilla que han impulsado esta nueva técnica. / EFE Una de cada tres mujeres por encima de los 35 años llega a desarrollar un mioma uterino, esto es un tumor benigno en el útero. Aunque normalmente no requiere tratamiento, en la mayoría de los casos provoca «alteraciones importantes», como una anemia crónica derivada de un exceso de sangrado en la menstruación o problemas de fertilidad al aumentar de tamaño y comprimir los órganos pélvicos. El método de referencia es la intervención quirúrgica, un actuación «bastante agresiva» que supone la extirpación del útero y la imposibilidad de tener descendencia. Desde 2010 se ha impuesto la técnica alternativa de la embolización arterial del mioma para conservar el útero. Ahora un equipo de profesionales del Hospital Virgen Macarena de Sevilla ha perfeccionado este tratamiento «sin bisturí», alumbrando una fórmula «más segura» para la paciente y «más rápida» que permite «un alta precoz» en apenas 24 horas. Un total de 61 pacientes ya se ha beneficiado «con éxito» de este novedoso método de embolización que, por primera vez, se realiza a través de la arteria radial. En el acto de presentación de la técnica con la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, el ginecólogo Antonio Jiménez explicó ayer que «se venía utilizando de forma generalizada el acceso vascular a través de la arteria femoral, mientras que ahora se hace por la arteria radial, un vaso de menor calibre». Según el facultativo, ello supone «reducir las complicaciones cardiovasculares en las mujeres tratadas, a la vez que se abrevia también la estancia hospitalaria, pues todo el procedimiento se realiza en 24 horas». Se trata de un procedimiento «muy poco doloroso» de una hora de duración, en el que «se inyectan unas partículas con una pequeña jeringa que obstruyen selectivamente los vasos sanguíneos que dan riego a los miomas, evitando obstruir los vasos uterinos normales». Al día siguiente de la intervención, la paciente recibe el alta, vuelve a consulta a los dos meses y acude a revisión a los seis meses, resumió a su vez el director de la Unidad de Terapia Endovascular del Hospital Universitario Virgen Macarena, Rafael Ruiz Salmerón, también presente en el acto. Para la consejera de Salud, se trata de «un importante avance» que «permite reducir los ingresos hospitalarios y mejora la calidad de vida de las mujeres que se ven afectadas por este mal». Sánchez Rubio resaltó además que el tratamiento supone «un logro que pone nuevamente de manifiesto la innovación y la calidad técnica de la sanidad pública andaluza». «Convivimos con dificultades presupuestarias y de personal, y sin embargo estamos trabajando en la excelencia, el complejo hospitalario de Sevilla sigue siendo una referencia», subrayó la consejera, que finalmente aseguró que los profesionales recibirán formación para poder hacer extensiva esta técnica al resto de la red hospitalaria pública andaluza. Sobre el perfil de las 61 mujeres atendidas por esta vía transversal, el doctor Jiménez señaló que éstas «contaban con edades entre los 32 y 51 años». Como síntoma principal presentaban un «exceso del sangrado menstrual». Además, el facultativo concretó que el 30 por ciento de las mujeres padecía miomas múltiples, lo que conllevaba «anemias importantes en un diez por ciento de los casos». Otra de las ventajas de esta novedosa técnica es la «mejora del grado de satisfacción» de las intervenidas: el 50% afirma mejorar su calidad de vida. Los resultados han quedado recogidos en un estudio pionero en el mundo publicado recientemente. Hasta el momento, sólo se había editado un estudio del hospital Mount Sinaí de Nueva York. De hecho, en 58 de los 61 pacientes, se han obtenido mejoría o curación de los síntomas, lo que representa el 95 por ciento de los casos atendidos. Sin embargo, el doctor también reconoció que «no puede ser todo perfecto». La nueva técnica tiene algunas limitaciones: «no es recomendable en mujeres que quieren quedarse embarazadas», mientras que «entre las mujeres intervenidas hay un 5 por ciento que no han mejorado de su sintomatología». La selección de las pacientes la realiza la Unidad de Ginecología, derivando a la Unidad Endovascular los casos seleccionados tras la realización de resonancia nuclear magnética. El equipo de Radiología es en encargado de llevar a cabo la resonancia que permite un estudio vascular previo de la pelvis y determina la localización y tamaño de los miomas. De este modo, el resultado de estos estudios permite decidir si una paciente es candidata a recibir este tratamiento. Además, a las pacientes tratadas se les realiza un seguimiento con una nueva resonancia magnética. La embolización uterina para el tratamiento de los miomas uterinos es una técnica descrita desde 1997 y ampliamente utilizada en la actualidad. Se basa en la introducción por las arterias uterinas de unas partículas que obstruyen selectivamente los vasos sanguíneos que dan riego a los miomas, evitando obstruir los vasos uterinos normales, que son de menor calibre. La técnica puede ser utilizada en pacientes con múltiples miomas, con un tamaño máximo de hasta 150 milímetros de diámetro. Este avance en el tratamiento de miomas uterinos se remonta al 8 de febrero de 2012, cuando un equipo multidisciplinar del hospital Macarena formado por profesionales de la Unidad de Ginecología y Obstetricia y la Unidad Endovascular, en colaboración con radiólogos y anestesistas, empieza a trabajar «apoyados por la experiencia de un radiólogo, el doctor Falcón».

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