La apuesta por el empleo en estos tiempos de crisis es algo más que fundamental. Mucho más si se centra en los sectores de la población con mayor necesidad en este sentido. En el barrio del Parque Alcosa tiene su sede una iniciativa municipal que pretende dotar de oportunidades a los jóvenes del distrito que han sido presa del fracaso durante su época escolar. Las escuelas taller, distribuidas por toda la ciudad, se articulan como el mejor método para ayudar a estos jóvenes a continuar su formación y en la búsqueda de un puesto de trabajo.
Su finalidad lo articula como un centro de formación permanente cuyas políticas se han hecho en estos tiempos más necesarias que nunca. Así, la Escuela Taller ‘Cortijo de San Ildefonso', ubicada en el recientemente inaugurado Parque del Tamarguillo, desarrolla esta importante labor con los jóvenes del barrios y del resto del distrito. El edificio, rehabilitado en fechas recientes, cuenta con una amplia recepción y oficinas configuradas como espacios abiertos y flexibles. En ellos se aglutinan cuatro aulas teóricas, otros tantos talleres y una gran sala de informática en la que aplicar los conocimientos desde el punto de vista tecnológico. Las instalaciones se completan con un patio que permite poner en práctica los conocimientos de los alumnos de la escuela, tanto en materia de construcción como de jardinería, y en el que también se ubicará la nave para el desarrollo de la carpintería mecánica.
La respuesta de los alumnos a esta iniciativa formativa y de empleabilidad no se hizo esperar. El mayor valor que aportan los jóvenes se basa en su interés y su implicación en la escuela a pesar de que muchos provienen de una situación de fracaso escolar. Su actitud responde al éxito que estos programas formativos tienen posteriormente en cuanto a la búsqueda de empleo, ya que en algunas de las escuelas el 95% de los alumnos ha logrado insertarse en el mundo laboral antes de la finalización del curso y el otro 5% ha rechazado la oferta por preferir continuar con su formación.
La oportunidad que ofrece el hecho de que la escuela se inserte en un edificio en proceso de rehabilitación hace que la formación que reciben los alumnos se aplique tanto a la conclusión de la reforma del espacio como a mejoras urbanísticas requeridas por el propio barrio. Los jóvenes formados en materia de infraestructura de jardín serán los encargados del acondicionamiento del patio del edificio en cuanto al ajardinamiento de sus zonas verdes, su diseño concreto y la instalación de sistemas de riego y viveros, entre otros. Otro grupo de alumnos será el encargado del mantenimiento de las instalaciones solares fotovoltaicas que dotarán de la energía necesaria a la escuela para el desarrollo de su actividad. La instalación de placas solares darán cobertura al polideportivo, a la piscina y al pabellón cubierto de la zona, así como a la implatanción de farolas fotovoltaicas en el interior del edificio. Por último, y en cuanto al montaje de estructuras metálicas, se va a construir la nave de carpintería metálica que se ubicará en el patio de la escuela.
