"Fue un acto premeditado porque todo pasó muy rápido", afirmó Vladímir Bondarenko, integrante de la formación BYT-Batkivschina (Patria) de Timoshenko, en una entrevista a la televisión ucraniana.
El jueves por la noche, diputados del oficialista Partido de las Regiones y de la formación de Timoshenko protagonizaron una trifulca después de que estos últimos bloquearan la tribuna y la presidencia del Parlamento en protesta por la causa penal abierta contra la ex primera ministra ucraniana por malversación de fondos públicos.
Bondarenko aseguró que dos de sus compañeros están graves, aunque evitó dar nombres, mientras que el Partido de las Regiones, que tiene la mayoría en el hemiciclo, se abstuvo de hacer comentarios.
Tanto el partido de Timoshenko como el también opositor bloque Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular, del ex presidente Víktor Yúshenko, decidieron ayer no regresar a la cámara mientras no se esclarezcan los motivos que dieron pie al incidente.
Por su parte, el presidente del Parlamento (Rada Suprema), Vladímir Litvín, criticó que haya diputados que asistan a las sesiones parlamentarias con armas.
"Tenemos que aclarar la razón por la que un diputado decide venir a la cámara armado, hecho conocido por todos", señaló Litvín en la sesión matutina del Parlamento, citado por las agencias de noticias rusas. Agregó que en la contienda se utilizaron cadenas, barras de hierro, candados y palancas, e incluso oyó a alguien gritar "dispara". "Miren en lo que se ha convertido la cámara. ¿Cómo vamos a enseñar así a los niños el significado de la democracia y el amor por la patria?", dijo.
El primer ministro del país, Nikolái Azárov, criticó el comportamiento de la oposición, aunque no condenó la participación de los diputados de su partido en la disputa. "Las acciones de la oposición, que trajo consigo cadenas y barras de hierro, demuestra un comportamiento cínico y sin precedentes", subrayó.
En abril, los representantes parlamentarios de Ucrania ya protagonizaron otra batalla campal con motivo de la ratificación del polémico acuerdo que prolongaba 25 años la permanencia de la Flota rusa en la península de Crimea.
En esa ocasión, la oposición acabó lanzando pastillas de humo, por lo que los agentes de seguridad rompieron la puerta de entrada para que varios diputados abandonaran la sala.
