El Sevilla ha perdido más partidos de los que ha ganado, nueve. Es decir, que en media Liga ha igualado las derrotas de toda la temporada pasada y ya ha encajado el 70% del total de goles recibidos en esa misma campaña. Para alcanzar los objetivos debería hacer una segunda vuelta de ensueño.
Porque siguiendo la actual progresión de puntos -tiene 26, a seis de Europa y a seis del descenso- el conjunto nervionense acabaría la Liga con 52 puntos, una cifra que, conforme a las últimas temporadas, lo dejaría en la mitad de la tabla sin aspiraciones europeas aunque alejado del descenso. Igualmente, teniendo en cuenta el objetivo sevillista, la Liga de Campeones, y los puntos sumados por el cuarto clasificado la pasada temporada -66 puntos el Valencia- y la progresión de puntos de los cuatro primeros actualmente -se irían más allá de los 70- el equipo de Jiménez tendría que realizar una segunda vuelta realmente espectacular. Debería sumar, como mínimo, más de 40 puntos. Es decir, lograr, por ejemplo, 12 triunfos, cuatro empates y apenas tres derrotas en la segunda vuelta. Una empresa harto complicada, sobre todo teniendo en cuenta el nivel sevillista fuera del Sánchez Pizjuán. Incluso la UEFA se complicaría para los andaluces de seguir con el actual ritmo. Porque la frontera europea, actualmente a seis puntos, también se sitúa por encima de los 60 puntos.
El Sevilla ha mantenido en esta primera vuelta unos números aceptables como local. Sin la espectacularidad de la temporada pasada, ha sacado adelante siete partidos y sumado 21 puntos, aunque ha perdido tres encuentros. Además contabiliza 26 tantos a favor, unos números que lo sitúan entre los mejores de la categoría como local. En cualquier caso, el talón de aquiles está localizado. Una sola victoria a domicilio, bagaje de equipo de descenso. Además, sólo ha sacado dos empates. En total, cinco puntos fuera de casa, donde ha recibido 15 goles y sólo ha sido capaz de anotar nueve.
El gran problema entre fallos y múltiples lesiones. Además de la de Javi Navarro, que aún no ha jugado, Escudé ha estado en la primera vuelta dos meses de baja, a ello hay que sumar las tres lesiones de Crespo (otros dos meses fuera) y la pérdida de Puerta, que llegó a disputar el primer partido de Liga. El largo proceso de adaptación de Mosquera, las novatadas de Fazio, la eterna baja de Boulahrouz (desde noviembre) y las ausencias de Daniel han terminado por castigar la zaga, y de ahí los 25 goles recibidos (1,3 por partido de media).
El bajo rendimiento del Sevilla a domicilio ha sido jalonado por cinco expulsiones en cuatro partidos, en los que sumó un punto. En Villarreal vio la roja Daniel (derrota), igual que en Almería (derrota). En Valladolid se fueron a la caseta Fazio y Luis Fabiano (empate), mientras que en Bilbao fue expulsado Escudé (derrota).
El Sevilla cuenta con la mejor delantera de Europa. Kanouté y Luis Fabiano suman entre ambos 20 tantos en la Liga (el 57% del equipo), pero en enero no podrá contar ni con el malí ni su compatriota Keita, bajas claves en el equipo. En el ataque, además, ni Koné, también en la Copa de África, ni Kerzhakov -lastrado por las lesiones- han servido de alternativa ante las ausencias. Chevantón, con ficha desde octubre, ha demostrado que tampoco está al nivel.
