Jóvenes al día

Una segunda oportunidad para seguir viviendo

El inicio en sustancias adictivas cada vez es más precoz. Las campañas de prevención llevadas a cabo se antojan insuficientes para que las drogas sean contempladas como un peligro y no como una moda juvenil. Salir de éstas es todo un reto para muchos.

el 23 may 2014 / 09:00 h.

narconon David de la Cruz tiene 32 años, es natural de Alcalá de Guadaíra y ha consumido drogas desde los 17 años hasta hace un año. «Comencé a juntarme con un chico que me mostró lo que eran las drogas, me daba a probar, así empezó todo», relata. Comenta que sus primeras veces fueron muy divertidas, con el paso del tiempo la diversión se convirtió en dependencia y empezaron los problemas en su vida. Cada vez necesitaba dosis mayores para «colocarse» y esto le hacía poner su salud en juego cada vez que consumía, además del elevado coste económico que esto le suponía. «A los cinco años de empezar a consumir me doy cuenta de que tenía un problema, lo necesitaba cada día», confiesa. Todo lo que ganaba trabajando lo gastaba, incluso reconoce que ha llegado a robar para poder pagar su adicción a las drogas: «Llegué a gastar más de 400 euros en sólo un día», apunta. Un día sus padres deciden hablar con él y confiesa su problema. Acude a terapia con un psicólogo y consigue dejarlo de forma temporal, pero reincide. Esta vez con más fuerza que antes, su dependencia crece. Toda su familia intentó ayudarle pero no lo consiguió, incluso tuvo una relación que terminó a causa de su problema. Le hablaron de un centro en el que algún conocido del pueblo se había rehabilitado; entonces decide hablar con su familia, que sin dudarlo se ofrece a afrontar el coste del ingreso. Dice que no ha sido fácil, pero a día de hoy ha completado el programa: «Ahora tengo las herramientas necesarias para poder enfrentarme a la calle, me han enseñado a decir no y me han ayudado a saber lo que quiero en mi vida y lo que no». El apoyo de su familia comenta que también ha sido fundamental para su recuperación. En la actualidad David trabaja en la comunidad terapéutica Narconon, donde realizó el programa de rehabilitación. Realiza labores de mantenimiento y recepción. Se muestra feliz y muy optimista, sabe que tiene ante sí una oportunidad y esta vez no quiere desaprovecharla. DÓNDE ENCONTRAR AYUDA. Narconon Meditarráneo es una comunidad terapéutica privada que ayuda a personas con problemas de drogadicción. Se encuentra ubicada en plena autovía del 92, en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, en un edificio para 40 plazas que antaño sirvió de hotel y que desde 1995 se encuentra perfectamente habilitado para acoger a personas que necesitan internarse para superar sus adicciones. Narconon lleva funcionando en España desde 1982. Sus precios son accesibles a cualquier familia con ingresos medios. A diferencia de otros centros, no ofrecen ningún tipo de medicación, sino una rehabilitación natural: «Partimos de la idea de que la adicción a las drogas es un problema de la persona, se trata de capacitar a la persona para que sea capaz de afrontar la vida, resolver el problema personal que tiene y reconducir su vida sin necesidad de volver a las drogas», explica Marcos Méndez, uno de los terapeutas y al mismo tiempo administrador del centro. También ayudan a personas con problemas de alcoholismo. El programa se hace en régimen interno y suele durar unos seis meses de media, aunque depende de cada individuo: «Hay personas que por nivel de ética o moral pueden conseguirlo más rápido y otros necesitar más tiempo. No hay prisa por alcanzar el cambio, cada uno lo consigue a su ritmo. También depende del tipo de sustancia al que sea adicto», asegura el experto terapeuta. Observan un descenso en la edad de inicio en las drogas: «Cada vez recibimos a chicos más jóvenes en nuestro centro, en alguna ocasión incluso menores de edad». Comentan que trabajar con estos chicos tiene un plus de dificultad, son menos maduros y más inestables, no ven la necesidad de solucionar el problema e incluso pueden acudir forzados por la familia. «Es más complicado recuperarlos, pero con esfuerzo se consigue», expone. Normalmente es la familia la que se pone en contacto con el centro, después la persona afectada tiene que querer ser ayudada. En cuanto a cifras, comenta que un 86% de las personas que finalizan el programa termina completamente rehabilitada y afronta una vida sin reincidir en las drogas de forma definitiva. Comentan que a pesar de las numerosas campañas de prevención, la gente aún no está del todo concienciada con respecto a determinadas drogas: «Sí se ha visto un descenso en el consumo de heroína, no ha pasado lo mismo con el cannabis y la cocaína, los jóvenes cada vez son más asiduos a este tipo de drogas», afirman. La falta de autoestima suele estar detrás de muchas personas con problemas de adicción: «Las drogas les proporcionan esa seguridad en sí mismos, pero les arrastran a problemas mayores». LA ESPERANZA DE UNA MADRE. Antonia Rodríguez es madre de un chico de 20 años. Comenta que buscó problemas desde pequeño: «Era muy problemático en la calle», asegura. Tenía 14 años cuando se dan cuenta que estaba consumiendo marihuana. «Muchos amigos la sembraban y después la consumían. Yo notaba el olor en la ropa, venía nervioso y con los ojos enrojecidos, aunque él lo negaba», expone la madre. También ha consumido otro tipo de drogas como MDA o cocaína. Con el paso de los años la situación empeora, su madre no puede con él, robaba, se involucraba en peleas callejeras, etc. Estuvo interno en un centro de reforma de menores, el juez dictó sentencia para que estuviera interno 10 meses tras varios juicios a los que se enfrentó. Dice que mientras estuvo interno no consumió nada, le hacían controles para ver si estaba consumiendo y todo estaba bien. «Noté un cambio en su actitud cuando regresó, vino mucho mejor», asegura. Pero pasados unos meses vuelve a consumir, sobre todo los fines de semana. Asociaciones de su zona le han ayudado, pero esta ayuda no es suficiente para que su hijo supere su adicción a las drogas, ya que él mismo no tiene predisposición para dejarlas. «No puedo hacer nada más por ayudar a mi hijo», confiesa Antonia. «Tiene que reaccionar él mismo». Espera que con la edad madure y entienda que las drogas no le van a aportar más que problemas. A pesar de mantener la esperanza de que su hijo saldrá de las drogas, es realista y sabe que solo no va a ser capaz de salir del túnel en el que se encuentra inmerso desde hace años. MEJOR PREVENIR. En Andalucía, la Federación Enlace informa, asesora y coordina a las entidades que la componen en todo lo relacionado con su ámbito de actuación. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro que integra 108 asociaciones y federaciones provinciales que trabajan en prevención y atención de la drogadicción en la comunidad. Desde el Ayuntamiento de Sevilla también se están financiando programas, inciativas y campañas para la prevención de la drogadicción entre toda la población y de forma específica entre los más jóvenes. La Educación para la salud en el marco educativo –Educación Infantil, Primaria y Secundaria– es una de sus prioridades. Se trata de un conjunto de actuaciones dirigidas a facilitar la tarea de los docentes en la incorporación de contenidos relacionados con la salud. Los programas se desarrollan en el propio centro escolar o en centros cívicos. Todos los centros pueden demandar este tipo de iniciativas. La duración de estos programas es de todo el curso escolar. Los programas que este año se están impartiendo son los siguientes: Nuestro Escenario, el Teatro en la Educación, dirigido a estudiantes de Primaria; Adolescencia y Alcohol, para estudiantes de ESO,Bachillerato y Formación Profesional; Adolescentes y Tabaco, para alumnos de 2º y 3º de ESO; Déjame que te cuente algo...sobre los porros, a estudiantes de ESO, Bachiller y Formación Profesional, y Prevención de las adicciones en el ámbito familiar, destinado a AMPAS y otras asociaciones. También existen programas destinados a la participación comunitaria como La Ciudad del Ocio, destinado a mediadores juveniles de movimientos asociativos y jóvenes entre los 12 y los 25 años. Por otro lado se abre la convocatoria de subvenciones Sevilla sin Drogas, dirigida a entidades asociativas o sin ánimo de lucro en cuyos fines se recojan actuaciones relacionadas con las adicciones. También para este tipo de organizaciones están destinadas las Subvenciones Nominativas Directas, con el fin de resultar un apoyo financiero para actividades de prevención de drogas. Desde el consistorio también se llevan a cabo programas cono Noc-turnos, para demostrar la incompatibilidad del consumo de alcohol y la conducción de vehículos. Sin olvidarnos de los Centros de Día para la incorporación sociolaboral de personas drogodependientes.

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