El operario de un camión grúa de la central térmica de Espiel y el conductor de un camión de arena en Málaga fallecieron el jueves. Desde el lunes, cinco personas han muerto mientras trabajaban, aunque las estadísticas no consideran todos los casos como accidentes laborales.
Un trabajador de 32 años falleció el jueves al recibir un golpe en la cabeza en la central térmica de Puente Nuevo, en la localidad cordobesa de Espiel, mientras maniobraba con un camión grúa. El accidente se produjo sobre las 11.20 horas cuando el gancho del camión quedó sujeto a una de las vigas de hierro que descargaba y, al soltarlo dio un latigazo que golpeó al trabajador, según la información recabada por CCOO. Fuentes del servicio de emergencias 112 explicaron que fue atendido, en un primer momento, por el médico de Villaharta mientras se desplazaba hasta el lugar una UVI móvil, pero falleció antes de poder ser atendido por este equipo de emergencias.
También el jueves murió el conductor de un camión que transportaba arena en la carretera entre Algarrobo y Arena (Málaga), al volcar el vehículo y quedar atrapado en la cabina.
Estos siniestros se sumas a otros tres ocurridos esta misma semana, después de que el miércoles fallecieran dos obreros en Jaén (uno en una aceitera de Burunchel y otro mientras manipulaba el tendido eléctrico en Mancha Real) y el martes un olivarero sufriera también un infarto mientras decargaba aceitunas en la cooperativa Valle de Los Pedroches, en Pozoblanco (Córdoba).
Desde el punto de vista de las estadísticas oficiales, el consejero de Empleo, Antonio Fernández, señaló que el accidente de Pozoblanco no se califica de laboral ya que la víctima era autónomo, mientras que existe "confusión" sobre el siniestro de Mancha Real porque el joven fallecido tras recibir una descarga cuando estaba trabajando en un poste de un cortijo "no tenía los permisos de Sevillana Endesa" y se desconoce "si trabajaba o no para una empresa". Los accidentes en carretera tampoco suelen entrar en las estadísticas de siniestralidad laboral ya que se consideran accidentes de tráfico.
La Junta sí remitirá a la Fiscalía el caso de Burunchel que, para el consejero de Empleo, "tiene todas las características" de "infracción grave de las medidas de seguridad y prevención por parte del empresario".
Al margen de la calificación oficial de estos siniestros, desde el comienzo del año ya han muerto en Andalucía siete personas en el desempeño de diversas tareas, ya que otros dos trabajadores fallecieron en Ayamonte (Huelva) y Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en la primera semana de 2008. UGT y CCOO alertaron de que estos siniestros "responden a los mismos patrones, basados en la precariedad, ocurridos a trabajadores jóvenes, en pequeñas empresas donde prolifera la subcontratación".
