María del Carmen Peña está feliz en la nueva residencia en la que vive desde el pasado mes de diciembre. En la que estaba antes, le reñían si se hacía sus necesidades encima. "Las horas para ir al baño estaban controladas, si querías ir y no era la hora no te llevaba nadie". María del Carmen necesita ayuda para ir al baño porque desgraciadamente vive sentada en una silla de ruedas. Tiene muy poca movilidad en brazos y piernas y necesita ayuda para todo. Ahora, su vida ha cambiado. Está feliz y se le nota en la cara. La silla de ruedas no es impedimento alguno para que tenga ilusiones y ganas para llevar una vida normal. Si quiere ir de compras, la ayudan a ir de compras. Si quiere ir de paseo, la ayudan a ir de paseo.
La razón de su felicidad radica en la nueva residencia en la que vive. Un centro polivalente para personas con discapacidad física y orgánica de la Confederación Andaluza de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Canf-Cocemfe) recién inaugurado en la calle Portobello, entre el Cerro del Águila y Su Eminencia. Las modernas instalaciones, de más de 5.000 metros cuadrados construidos, permiten que cada usuario del centro pueda hacer prácticamente de todo. La idea de los responsables de la Confederación es que hagan allí vida como si estuvieran en su propia casa, sin ninguna barrera arquitectónica y con ayuda de profesionales para todo lo que necesite. "Aquí estamos muy bien, incluso me llevan a pasear o vamos alguna vez de compras, también organizamos paseos por el centro de la ciudad". En definitiva, una vida nueva que Peña quiere seguir disfrutando muchos años más.
Este nuevo centro, financiado por la Junta de Andalucía (5,9 millones de euros) se pudo levantar también gracias a la cesión de suelo que hizo el Ayuntamiento de Sevilla. En la financiación, también han participado la ONCE, Cajasol y la propia organización. Las instalaciones disponen de una residencia para personas gravemente afectadas y una unidad de estancia diurna, con un total de 68 plazas. Todas las plazas están concertadas por la Junta de Andalucía, que regula las solicitudes y la admisión de las personas que desean ingresar en el nuevo centro polivalente.
El complejo, que ha supuesto la creación de 49 puestos de trabajo, cuenta con cinco plantas de altura y alberga salas de rehabilitación, fisioterapia, piscina climatizada, zona de talleres ocupacionales, salón multiusos, cafetería y aparcamiento subterráneo. Además, también está previsto que cuente a medio plazo con una unidad de atención infantil temprana para niños con trastornos en el desarrollo. Esta residencia está concebida para poder atender a los enfermos con una nueva filosofía de atención personalizada, en la que el trato hacia ellos se hace de forma individual.
Con esto se consigue que toda la asistencia que necesitan y reciben durante las 24 horas del día mejora considerablemente su calidad y salud de vida, así como su autonomía e independencia. Los resultados positivos de este gran proyecto también se reflejan en el rostro de Rosario Espino, discapacitada de 52 años que también explica que le ha cambiado la vida con la nueva residencia. Junto a Peña, fueron las dos primeras residentes que llegaron el pasado diciembre. Ahora, Rosario sale acompañada a pasear todos los días en su silla de ruedas. Los días buenos le gusta que el aire y el sol le den en la cara. Estar siempre este cuatro paredes no es bueno para una persona enferma. "Y son las más mimadas", asiente Lola Plaza, una de las cuidadoras del centro polivalente, quien reconoce que es feliz ayudando a las personas. La vocación que le llegó tras la enfermedad de su madre. "Tuve que cuidarla y aprendí muchas cosas sobre el cuidado de enfermos, y todo esa dedicación se convirtió luego en vocación. Me formé profesionalmente y ahora soy feliz. Es mi primer trabajo y es muy gratificante trabajar con ellos". Un buen ejemplo.
