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Una telenovela mexicana conquista a los telespectadores marroquíes

Millones de marroquíes de todas las clases sociales asisten puntuales a su cita diaria con al telenovela mexicana que ha marcado un hito en la televisión ya que al estar doblada al dialecto nacional, el dariya, todos pueden entenderla. Hace más de una década que las telenovelas mexicanas triunfan en Marruecos, pero Las dos caras de Ana, ha logrado cuotas de audiencia impensables

el 16 sep 2009 / 07:01 h.

Millones de marroquíes de todas las clases sociales asisten puntuales a su cita diaria con al telenovela mexicana que ha marcado un hito en la televisión ya que al estar doblada al dialecto nacional, el dariya, todos pueden entenderla.

Hace más de una década que las telenovelas mexicanas triunfan en Marruecos, pero Las dos caras de Ana, ha logrado cuotas de audiencia impensables y estar en boca de todos. Aziza Ainak, ama de casa de 39 años, se sorprende al escuchar a un personaje latino hablarle de la misma manera que ella se dirige a su familia o amigos. "En la televisión han pasado muchas series mexicanas, pero ésta tiene el valor añadido de que todo el mundo la comprende", explicó Aziza.

Los marroquíes están habituados a escuchar en la televisión el árabe sirio o el egipcio, puesto que la industria del doblaje tiene ya una larga trayectoria. En las emisiones nacionales, lo más corriente es el empleo de árabe clásico, el que se utiliza para escribir, pero éste tiene muchas diferencias con el dialecto que se emplea en al calle.

Con un índice de analfabetismo que supera el 40%, muchos marroquíes no entienden el contenido de la programación ni pueden leer los subtítulos, por ese motivo la cadena pública de televisión 2M calculó que el dariya sería accesible para el 80% de la población. Los resultados fueron determinantes ya que, tras dos semanas de emisión , Ana había alcanzado un 38% de la cuota de pantalla.

Parte del fenómeno radica en la controversia que se ha generado a raiz de la innovación y también por su temática amorosa y las aspiraciones de las clases populares que son su publico objetivo y coinciden, según cuenta un mexicano residente en Marruecos llamado Olivier Schubert.

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