Las fuertes lluvias han vuelto a causar estragos. Al menos 20 personas han muerto y otras 12 permanecen desaparecidas como consecuencia de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales caídas en las últimas horas en el departamento de Var, en el sureste de Francia, según el último balance oficial facilitado ayer por la prefectura.
El ministro del Interior, Brice Hortefeux, que se desplazó a la zona, expresó su "temor de que el balance aumente", teniendo en cuenta que hay 12 desaparecidos, y subrayó que se trata de "una catástrofe sin precedentes en la región". El ministro, que sobrevoló la zona en helicóptero, manifestó estar "muy impresionado por los daños" ocasionados por las fuertes lluvias.
Según la empresa eléctrica ERDF, a primera hora de la tarde de ayer había aún unos 100.000 hogares sin luz. "Las zonas más afectadas son el golfo de Saint-Tropez, la Dracénie y la franja costera", precisaron en un comunicado ERDF y RTE. La compañía explicó que tiene movilizados a 150 empleados para tratar de restablecer el servicio pero las condiciones de acceso a las instalaciones "son muy difíciles, si no imposibles, en algunos lugares".
Por otra parte, tres jóvenes fueron detenidos cuando se disponían a saquear una zona comercial en Muy, según informó la Gendarmería de Var, que precisó que se están formando patrullas de vigilancia para prevenir este tipo de actos.
En Fréjus, unas 1.550 personas, entre ellas numerosos turistas que se encontraban en los campings de la zona, fueron que ser evacuadas. Asimismo, los 500 reclusos de la prisión de Draguignan también tuvieron que ser desalojados, tras inundarse durante la noche del martes al miércoles la primera planta, y enviados a otros centros del sur y el suroeste del país.
En esta última localidad el nivel del agua llegó hasta los dos metros en algunas calles y en el hospital se tuvo que atender a 400 personas, muchas de ellas en estado de nerviosismo. En total, nueve helicópteros y 15 barcos ayudaron a poner a resguardo a 1.200 personas en centros de emergencia.
Ante esta situación en el Var, se instalaron ayer dos capillas ardientes en los hospitales de Draguignan y Fréjus y se activó un servicio específico de ayuda psicológica en el centro hospitalario de Toulon.
En la zona más afectada, entre Saint-Tropez y Draguigan, se registraron, desde la noche del lunes y el martes, entre 200 y 300 litros de agua por metro cuadrado y se alcanzaron los 350 litros en algunos puntos, unas cantidades que suelen recogerse en varios meses de precipitaciones, según indicó la agencia meteorológica Météo France.
Por otra parte, Météo France levantó la alerta naranja que había en el sureste de Francia y, según la prefectura, "el tiempo está mejorando" y "las lluvias están remitiendo" y sólo afectan ya a la parte norte del departamento. La prefectura indicó que "la movilización es general" y desde el martes por la mañana hay una célula de coordinación y gestión de crisis.
Por el mal tiempo la conexión ferroviaria entre las localidades de Niza y Toulon fue suspendida, aunque a última hora de la tarde de ayer se recuperó.
