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Una voz valiente

el 26 abr 2011 / 11:06 h.

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Si el espectro del jazz vocal español ya es de por sí reducido, las mujeres cantantes que destacan en este género son poco menos que unas elegidas. Eva Cortés, nacida en Honduras, recriada en Sevilla, pertenece a ese selecto club, y no en calidad de advenediza: nada menos que cuatro discos -el último,Back 2 the Source, acaba de ver la luz- avalan una trayectoria que se ha ido consolidando paso a paso, pero con una asombrosa madurez y personalidad desde el primer día.

A diferencia de sus anteriores trabajos, en los que interpretaba un repertorio casi íntegramente de cosecha propia, esta vez la cantante se ha atrevido con estándars conocidos, desde Día de vino y rosas o Moon River de Henry mancini a Mood Indigo o In a sentimental mood de Duke Ellington. "Al principio estaba muerta de miedo, pensando, ¿quién eres tú para meterte en esto, qué vas a aportar?", admite. "Pero siempre me había apetecido hacerlo, y después de cuatro discos uno espera tener ya una personalidad musical que te respalde",

Aunque actualmente su vida transcurre entre Madrid y París, embarcada en varios proyectos aparte de su carrera en solitario, Eva Cortés reconoce que su juventud en Andalucía fue determinante para orientar su vocación. "En el Sur la musicalidad está a flor de piel, todo el mundo sabe compás y entona... Tener el flamenco a pie de calle te ayuda a abrirte luego a otros estilos. Además, crecí en Los Alcores, tenía al lado a los hermanos de El Piraña, El Potito era mi vecino... ¿Cómo no iba a absorberlo todo con ese ambiente?", recuerda.

Pero no han sido ésas las únicas buenas compañías que Eva Cortés ha encontrado en su camino. A la pléyade de artistas que le han acompañado en sus discos anteriores, viene a sumarse en Back 2 the Source unos músicos impresionantes: Javier Limón, Romero Lubambo y Mark Withfield a las guitarras; Marc Miralta y Georvis Pico a la batería; Alain Pérez al bajo; Toño Miguel al upright bass; y Pepe Rivero, su arreglista habitual, al piano.
"Dicen que la suerte no existe, pero algo debo tener para haberme encontrado con gente tan buena", explica Cortés con indisimulable orgullo. "Los fui conociendo a todos en un bar, el Berlín, donde acabábamos todos después de los conciertos. Era como ir a clases particulares", evoca.

Y con esos amigos, ¿quién piensa en la crisis?". "La verdad es que el jazz siempre ha estado tan mal que la crisis la notamos poquito. Pero nos toca, como a todo el mundo, y no tienes más remedio que seguir ahí. Las épocas difíciles son buenas para quien no abandona. ¡Y además, hay menos competencia!", sonríe.
Finalmente, con respecto a la aceptación de esta música por parte del público español, la experiencia de Eva Cortés le indica que es un poco más fácil llegar al respetable (sobre todo a los profanos) desde el jazz vocal que ella practica. "También cuento con una ventaja, y es que canto en español, de modo que el público se puede aprender una letra a la vez que disfruta de la música. Y como en Mary Poppins, con un poquito de azúcar todo entra mejor", concluye la artista.

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