Unicaja y Caja España-Duero confirmaron ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que habían alcanzado un principio de acuerdo "genérico" -cuyos flecos y autorizaciones internas se irán cerrando en lo que resta de este mes- para su integración.
La alianza se canalizará a través de la creación de un banco, que presidirá el andaluz Braulio Medel pues la mayoría del capital pertenecerá a la entidad malagueña, y ello pese a que ésta es más pequeña en cuanto al volumen de activos. La clave: es la que tiene dinero y solvencia, frente a una caja de ahorros castellano-leonesa que requiere fondos adicionales para así cumplir los nuevos niveles exigidos por el Banco de España.
Será la quinta alianza de cajas más grande de España -tras Bankia, La Caixa, Banco Base y casi tocando a Catalunyacaixa- por activos, con 80.957,68 millones de euros, según los últimos datos disponibles, a 30 de septiembre pasado, en la patronal del sector, la CECA.
Ese banco de nuevo cuño, al que las cajas transferirán todo el negocio financiero -probablemente también activos y pasivos al completo-, tendrá su sede operativa en Madrid y la social, en Málaga. Estará participado al 65% por Unicaja y al 35% por Caja España-Duero.
Fuentes financieras detallaron que se arbitrará una fórmula para que ni una ni otra, y a diferencia de lo que ocurre con los SIP, pierdan la esencia de caja de ahorros, buscando un modelo parecido al de La Caixa. Destacaron, asimismo, que el solapamiento no es excesivo -Caja España-Duero suma 25 sucursales en Andalucía, siendo Sevilla y Málaga las principales plazas, y también hay áreas de coincidencia en Castilla-La Mancha, Madrid y Cataluña, mientras que Unicaja no tiene presencia en Castilla y León-, que no habrá necesidad de recurrir a los recursos públicos del FROB y, además, bastarán los ajustes de trabajadores y sucursales ya contemplados en ambas partes (253 oficinas y 809 personas menos en la entidad castellano-leonesa; y 100 y 500, respectivamente, en la andaluza).
La solvencia de Unicaja (13,1% de capital principal) es la que permite que lleve la batuta en la integración, pues la novia (8,2%) necesita 463 millones de euros para cumplir los requisitos del Banco de España (10%, salvo para las entidades que coticen en bolsa o posean inversores privados, pues entonces baja al 8%). Este punto es, asimismo, clave para determinar si la alianza es una bancarización plena (caso de los SIP que saldrán al mercado bursátil) o mantiene, como en La Caixa, una fuerte dependencia de las cajas originarias. Y por este último camino se anda, pero la fórmula jurídica será compleja -dos bancos podrían entrar en juego, pero no está definido-.
Unicaja tiene convocado para el jueves un consejo de administración ordinario, en el que se tratará la creación de un banco que, de forma indirecta, ejecute la actividad financiera de la caja, paso previo de cara a la integración. La caja será propietaria y, por ende, controlará las estrategias. Sería emular a La Caixa, con el añadido de estar concebido a la par que una alianza.
Las marcas se van a mantener, aunque con un paraguas común, dado el protagonismo que ejerce cada una en sus comunidades. En la cúpula del banco, Evaristo del Canto acompañará como consejero delegado (es el segundo cargo en importancia) a Braulio Medel. La Obra Social, por su parte, será independiente de la sociedad central, como hasta ahora.
Al margen de su carácter económico, la operación tiene una relevante trascendencia política, al aglutinar dos cajas de dos regiones de distinto color político y en la que el PP habría jugado un protagonismo fundamental. La facilidad prestada se interpreta en algunos sectores como la evidencia de que tienen el convencimiento de ganar las elecciones andaluzas el próximo año, aunque también es cierto que el supervisor (Banco de España) había conminado a la malagueña a aprovechar esta coyuntura para emprender fusiones -no fue posible ni con CCM, ni con Cajasur ni con Cajasol-.
A tenor de las declaraciones de José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, el apoyo regional es pleno. La sede social del nuevo banco radicará en la comunidad, como ocurre con Banca Cívica (el SIP de Cajasol, Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Burgos). Y la operativa, a Madrid.
Griñán resaltó que Unicaja liderará el proyecto manteniendo su condición de caja, de ahí que mostrara su satisfacción. En Valladolid, su homólogo en la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, confió ayer en que la integración sea "buena" para su comunidad y para las entidades implicadas.
Los datos
80.987,68 millones de euros. Activos a septiembre pasado (34.887,26 de Unicaja, 46,070,41 de la novia).
54.499,36 millones de euros. Depósitos de los clientes (23.834,96 Unicaja y 30.664,39 de la castellano-leonesa).
50.580,12 millones de euros. Son los créditos (23.649,71 millones de Unicaja y 26.930,41 de la castellano-leonesa).
185,92 millones de euros. Es el beneficio neto a 30 de septiembre (150,31 millones de Unicaja y 35,61 millones de su pareja).
1.802 oficinas. En la actualidad son 1.802 oficinas (953 de Unicaja) y 9.500 trabajadores (plantillas casi iguales).
Reacciones
José Antonio Griñán: "La alianza es beneficiosa para todos, para las cajas leonesas y para la andaluza, y Unicaja liderará el proyecto".
Juan Vicente Herrera: "Algo se habrá hecho bien para que una de las entidades más solventes de España, Unicaja, se fije en Caja España-Caja Duero".
Antonio Sanz: "La caja de ahorros andaluza va por la buena dirección con sus decisiones y la alianza será clave para su futuro económico".
Francisco Carbonero: "Dentro de la incertidumbre, que se mantenga el empleo y se conserve el potencial financiero de Andalucía".
Manuel Pastrana: "Esperamos que Unicaja siga trabajando e invirtiendo en Andalucía, no".
creo que se vaya»
