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Unicef advierte de la creciente pobreza infantil urbana

Más de mil millones de niños que viven en las ciudades sufren, en muchos casos, dificultades para acceder a agua potable o saneamiento.

el 28 feb 2012 / 17:11 h.

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Unicef ha alertado este martes de que más de mil millones de niños viven en las ciudades y, en muchos casos, con dificultades para acceder a agua potable o saneamiento, pero las privaciones que afrontan estando en zonas urbanas pobres "con frecuencia quedan ocultas en las estadísticas".

Así se desprende del informe 'Estado Mundial de la Infancia 2012: Los niños en un mundo urbano' difundido este martes por Unicef, para advertir de que "la urbanización está dejando a cientos de millones de niños sin acceso a servicios esenciales en las ciudades y los pueblos".

"Las privaciones que afrontan los niños en las zonas urbanas pobres con frecuencia quedan ocultas en las estadísticas, con promedios que agrupan en las mismas cifras generales a todos los habitantes de una ciudad, tanto ricos como pobres. Cuando se utilizan promedios de este tipo para la planificación de las políticas urbanas y la asignación de recursos, las necesidades de los más pobres pueden pasarse por alto", explica Unicef.

El informe apunta lo "inevitable" de que que la población siga aumentando en las zonas urbanas y señala que "en pocos años, la mayoría de los niños crecerá en ciudades y no en zonas rurales". En la actualidad, quienes nacen en grandes o pequeñas ciudades contribuyen a que la población urbana aumente un 60 por ciento.

"Cuando pensamos en la pobreza, la imagen que tradicionalmente viene a la mente es la de un niño en una aldea rural, pero hoy en día, un número creciente de niños que viven en asentamientos y barrios marginales están entre los más desfavorecidos y vulnerables del mundo, privados de los servicios más básicos y sin derecho a prosperar", ha señalado el director Ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.

El informe reconoce que en todo el mundo, las ciudades permiten que los niños tengan ventajas como escuelas, clínicas o áreas de juego, aunque recuerda que también concentran "algunas de las mayores desigualdades" en áreas como la salud, la educación o el acceso a oportunidas, porque en muchos casos, "el desarrollo de las infraestructuras y de los servicios no va al mismo ritmo" que el de su población.

En este sentido, afirma que las familias que viven en condiciones de pobreza a menudo pagan más por servicios de inferior calidad y pone como ejemplo de ello el agua, que puede costar cincuenta veces más en un barrio pobre, donde hay que comprarla a un proveedor privado, que en un barrio rico, donde los hogares están conectados directamente a la red de suministro.

"La exclusión que sufren los niños de los asentamientos precarios no sólo les priva de la oportunidad de desarrollar todo su potencial, sino que despoja a las sociedades de los beneficios económicos que supone una población sana y bien educada", añade Lake.

Por este motivo, el informe de Unicef demanda "ciudades más apropiadas para los niños", es decir, un enfoque de equidad en el que se dé prioridad a los menores desfavorecidos "dondequiera que vivan", poniéndoles en el centro de los procesos de planificación urbana y, para ello, es necesario información "precisa y rigurosa" para poder identificar las desigualdades y acabar con ellas.

A juicio de Unicef, "la escasez de estos datos demuestra que estas cuestiones no se han tenido debidamente en cuenta" por lo que pide a los gobiernos que dediquen más esfuerzos a este tema y que lo hagan, además, con medidas basadas en el trabajo realizado a nivel comunitario para combatir la pobreza urbana por las entidades con experiencia en la materia.

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