CCOO y UGT confirmaron ayer que su hoja de ruta contra las políticas de recortes es la misma que pregona Diego Valderas, con énfasis desde la dirección de IU y con cautela desde la vicepresidencia de la Junta. Los sindicatos y el vicepresidente sellaron un tándem beneficioso para ambos: Valderas se apoya en CCOO y UGT para lograr legitimidad ante los críticos de su formación, cabreados por su apoyo al plan de ajustes, y además empuja a su socio de Gobierno (PSOE) a manifestarse en la calle contra los recortes impuestos desde Madrid. Y los sindicatos encuentran en el vicepresidente un portavoz potente para sus reivindicaciones, con el que recuperar peso ante la primacía que ostenta CSIF en la lucha contra el plan de ajustes.
"Vamos a tirar de la movilización social para confrontar con las políticas de ajustes injustas y discriminatorias con Andalucía, vengan de Madrid o emanen del Gobierno andaluz", anunció ayer el secretario regional de UGT, Manuel Pastrana. A su lado, su homólogo en CCOO, Francisco Carbonero, y el vicepresidente: habrá movilizaciones en otoño. Ambos sindicatos invitaron a "los partidos a sumarse" a la protesta y con un discurso similar al que defiende Valderas lanzaron una advertencia a la Junta: la situación que han creado las medidas de austeridad impuestas desde Madrid "no se resuelve sólo recurriéndolas en los tribunales".
Valderas hizo ayer la primera visita a los sindicatos desde que es vicepresidente. Entró en la sede de CCOO para oír cómo le "exigen" "coherencia" con su programa, donde se rechazaban los recortes que luego han sido respaldados por IU en el Parlamento. Tras una reunión "intensa", salió satisfecho. CCOO y UGT han adoptado su plan para obligar al Gobierno del que forma parte a elevar el tono contra Madrid.
IU ha intentado contrarrestar el desgaste de su apoyo al plan de ajuste anunciando una multitudinaria protesta en la calle contra los recortes en septiembre. Valderas quiere que desfilen los sindicatos, organizaciones sociales y miembros del Ejecutivo, incluido el presidente de la Junta. Su objetivo es que los andaluces visualicen "el rechazo frontal del Gobierno andaluz a las medidas injustas impuestas por Moncloa y contra el ataque al Estatuto". "El Gobierno de España nos roba", dijo ayer.
CCOO y UGT eligieron a Valderas como su "interlocutor" dentro de la Junta. Carbonero le pidió que "defienda las políticas comunes y traslade las inquietudes de los trabajadores al Gobierno para que se tomen decisiones rápidas". Los sindicatos se quejan de la "pasividad de algunas consejerías para poner cosas en marcha", y cuestionan al que debería actuar como su referente en el Ejecutivo, el consejero de Economía, Antonio Ávila, y también a Griñán. "Al presidente de la Junta le gustaba mucho hacerse la foto con los sindicatos antes de las elecciones, pero ahora no sabemos dónde está", dijo Carbonero. Pastrana también abundó en que "el vicepresidente debe asumir tareas de coordinación dentro del Gobierno", convertirse en alguien que "siga el hilo" de las reclamaciones sindicales en todas las consejerías. "Estamos hasta las narices de ir de puerta en puerta", añadió.
El plan de ajuste, aprobado con los votos de PSOE e IU, ha recortado 2.500 millones al presupuesto actual, 747 en las nóminas de los empleados públicos. Todos los sindicatos de la Función Pública rechazan el plan, pero CCOO y UGT también luchan para que su voz prevalezca sobre la de los sindicatos sectoriales, como CSIF, que ha ido ganándole terreno gracias a su férrea posición a la reforma del sector público. Pastrana fue más duro ayer: "No permitiremos a la Junta que después de haber recortado sueldos públicos haya despidos. Por cada trabajador que se pierda, montaremos movilizaciones".
