"Una magnífica colección permanente, con algunas piezas realmente soberbias, pero custodiadas en un contenedor obsoleto y desvencijado".
Así inicia el reconocido arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra su propuesta para rehabilitar el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla, sito en la plaza de América, una propuesta que pretende romper el discurso temporal al uso en este tipo de museos para matizarlo con el uso de la luz, lo que aportará un tratamiento diferenciado a cada periodo histórico y a las piezas expuestas.
Este planteamiento es el que se llevará a la práctica tras haber resultado vencedor de entre la docena de anteproyectos recibidos en el Ministerio de Cultura a resultas de una convocatoria "pública y anónima" -los estudios se han presentado bajo seudónimo- con la que el Estado quiere zanjar de una vez por todas los numerosos problemas y deficiencias que aquejan al viejo pabellón de Aníbal González creado para la
Exposición del 29.
Así pues, y según adelantó ayer en exclusiva Elcorreoweb, Guillermo Vázquez Consuegra (Sevilla, 1945) redactará los proyectos arquitectónico y museográfico del nuevo Museo Arqueológico tras la adjudicación realizada este jueves por el Ministerio de Cultura. Por tales menesteres, su estudio percibirá 2.228.793,84 euros (impuestos incluidos).
La adjudicación le llega en un momento sumamente dulce -nunca ha parado, pero bien es cierto que nunca había tenido en cartera tantos proyectos de tanta envergadura y en su ciudad- porque se hizo, hace no mucho, con otro proyecto emblemático: la conversión de las Reales Atarazanas en el mayor centro de cultura y ocio que tendrá Sevilla: un CaixaFórum. En ese caso, la encargante es La Caixa y la obra le dará trabajo para, como poco, los próximos cinco años.
La del Arqueológico no le irá a la zaga, aunque probablemente arranque antes según las estimaciones del Ministerio de Cultura, que desea que los proyectos puedan estar redactados en cinco o seis meses para, sobre la marcha, licitar la obra e iniciarla en el mismo 2010. Y como poco, la reforma se prolongará hasta 2013 y las inversiones se elevará, según los cálculos recogidos en el pliego de condiciones, hasta los 33.461.375 euros.
Para Vázquez Consuegra, estamos ante un "imprescindible y largamente esperado proyecto que supone la oportunidad de poder mostrar satisfactoria y adecuadamente su espléndida colección, pero sobre todo es una oportunidad para consolidar, restaurar y eliminar añadidos indeseados, abrir el edificio al bellísimo entorno del Parque de María Luisa y resolver los problemas funcionales que nunca fueron debidamente resueltos".
Y a partir de aquí, el arquitecto entra en detalle: "La operación principal se desarrollará sobre el eje central del museo; se trata de rescatar el espacio del óvalo central como vestíbulo principal, añadiendo, ya fuera del edificio, un nuevo sistema de comunicación vertical, ligero y acristalado, entre los tres niveles del edificio".
Para ello se valdrá de "dos pasarelas curvadas que opondrán su convexidad a los planos cóncavos del óvalo en un sutil ajuste de curvas y contracurvas que constituirá el punto de partida de un nuevo trazado geométrico del techo de vidrio". Ello "otorgará a la gran sala oval una delicada componente de contemporaneidad".
En cuanto al discurso museográfico, matiza que le asesorarán "responsables de contenido y comisarios científicos", pero la decisión ya está tomada: "El resultado final ha de ser un museo para los sentidos que permita aprender sobre nuestra historia, pero también ir más allá en busca de exhibir las piezas tal cual, sin efectos especiales, con una luz bien programada".
No por menos, bautiza al Arqueológico resultante de su intervención como "el museo de la luz". "El ordenamiento se jerarquiza lumínicamente": "Luz de amanecer para la Prehistoria; cenital intensa para la época romana; serena y apaciguada para el Islam; decadente para lo visigodo y, para las guerras y el dolor, las piezas aparecerán en un contexto oscuro".
