Sobre las seis y media de la tarde Rafael Velasco, vicesecretario general del PSOE andaluz, registró en el Parlamento su renuncia a su acta de diputado por Córdoba. Fue una decisión que llevaba días masticando pero que precipitó ayer para sorpresa de muchos dirigentes de sus filas y pese al intento de su partido, aseguran varias fuentes, de frenar su renuncia. El motivo oficial es que Rafael Velasco -que también intentó dejar su cargo como número dos de la ejecutiva socialista aunque José Antonio Griñán no le admitió su renuncia- dimite por razones personales circunscritas a su vida familiar.
El vicesecretario general del PSOE-A ha sido protagonista en las últimas dos semanas de varias informaciones de prensa que señalan que su mujer dirige una empresa en Córdoba, Aulacen Cinco SL, dedicada a dar cursos de formación que ha recibido de la Junta unos 730.000 euros en subvenciones en los últimos cuatro años.
Un comunicado del partido señala que la dimisión se debe a una "campaña de difamación, de injurias y de calumnias personales y familiares" que, aseguran, ha hecho resentirse gravemente su vida familiar. Acusa al PP de orquestar "una cacería política" contra él y su familia. La mujer de Velasco está esperando su segundo hijo y afronta un embarazo de riesgo y muy complicado, confirmó ayer el partido, que al parecer se ha visto agravado por estas circunstancias. Fue ingresada la noche del lunes.
Hasta el momento, Velasco ha negado tajantemente que exista algo ilícito en el negocio de su pareja. Ha defendido que su mujer ejerce su labor profesional al margen de su actividad pública e incluso ha anunciado una querella contra el PP que lo acusó de "trato de favor". El dirigente socialista sostiene además que no hay ningún tipo de incompatibilidad ya que él no es alto cargo del Ejecutivo. Fuentes del partido defendieron ayer que tras su renuncia "no hay nada más que lo personal" y que en la polémica "no hay nada, todo es legal y ajustado a derecho". De hecho señalaron que si tuvieran la más mínima sospecha "Velasco no seguiría como número dos". El PSOE aseguró que emprenderá "las acciones legales pertinentes para depurar responsabilidades por el daño moral ocasionado". En la nota defendió que la esposa de Velasco tiene una trayectoria profesional "intachable" y "sujeta a todos los controles de legalidad".
La decisión del que es desde marzo, fecha del último cónclave del PSOE-A, mano derecha de Griñán sumió en la perplejidad a la mayoría del partido. "Se nos abre un importante boquete", admitía preocupado un dirigente. Velasco pasó horas ayer con la secretaria de Organización, Susana Díaz, y con el portavoz parlamentario, Mario Jiménez, que trataron sin éxito de disuadirlo de su decisión de dimitir. Al político cordobés, que sus más cercanos admitieron que está "hundido", le ha podido la presión y ha decidido dar un paso atrás en su carrera. "No hay nada más que entender que el que ha decidido anteponer su vida personal a la política", señaló un dirigente.
La situación, según fuentes socialistas, no cambiará por ahora en el PSOE andaluz. Griñán no ha aceptado su renuncia como vicesecretario general. Su sillón en la dirección andaluza quedará vacante unos cuantos meses, posiblemente hasta que su mujer dé a luz -explicaron desde el partido-. La secretaria de Organización asumirá temporalmente sus funciones, explicaron desde San Vicente.
La noticia fue una bomba y sobre la misma ayer circularon cientos de rumores. Los socialistas dejaron claro su total apoyo a Velasco y trataron a toda costa de desmontar la idea de que el dirigente cordobés no ha tenido el suficiente respaldo del PSOE durante toda esta polémica. Los socialistas han registrado en el Parlamento una iniciativa que exige que se aclare si los diputados deben declarar las actividades de sus cónyuges o familiares directos en caso de que firmen contratos con la administración.
Velasco compareció el lunes ante los medios antes de celebrarse la reunión de la ejecutiva regional del PSOE. Ninguno de sus gestos o palabras permitió deducir que su dimisión le rondaba por la cabeza. El número dos de los socialistas andaluces celebró que se abre una nueva etapa de "total coordinación y sintonía" con la ejecutiva federal. Aparentemente todo era optimismo. Minutos después la ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído, tomaría la palabra en la ejecutiva para agradecer las muestras de apoyo recibidas tras la supresión de su cartera y durante su mandato. Al parecer Aído dijo haberse sentido "víctima de una campaña de acoso política y personal" y en ese sentido dijo entender perfectamente la situación que atraviesa Velasco y reclamó para él "todo el apoyo del partido".
Velasco tomó el relevo al veterano Luis Pizarro como vicesecretario general del PSOE-A hace menos de un año. El congreso regional que hizo a Griñán secretario general lo aupó en el escalafón. El dirigente andaluz optó por un trío joven para representar la renovación tras la marcha de Manuel Chaves. Velasco, Jiménez y Díaz fueron llamados a liderar el partido. Pero Velasco no entró en la dirección de la mano de Griñán sino de la de Chaves y Pizarro. Fueron ellos quienes lo auparon en la ejecutiva entregándole la secretaria de Política Institucional.
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, advirtió ayer a Velasco de que el "origen de sus problemas" lo encontrará en el PSOE y que, por lo tanto, "no mire fuera". Pidió a Griñán que explique por qué "no ha respaldado" a su número dos.
