Que Moncho (Barcelona, 1940) y Tamara (Sevilla, 1984) se encontraran por el camino era algo natural, no un forzado accidente de esos que a menudo provocan las discográficas. Aquí el encuentro es deseado y viene de lejos. Dos generaciones que cantan al bolero, dos formas de afrontar un género que nunca ha reventado taquillas pero que siempre ha estado ahí. Encadenados es el álbum que hoy ambos artistas ponen a la venta y se disponen a promocionarlo con la misma naturalidad con la que se baile un bolero:"Cógeme así que yo te agarro asá", dice Moncho explicando cómo dar los primeros pasos en el arte de Lucho Gatica.
-¿Cómo pervive el bolero, que ni se baila como la salsa ni es tan sensual como la bachata?
-(Moncho) Porque el bolero tiene magia y junta a generaciones a través del amor y el desamor. Y no hay nada más universal que esos temas. Es una música ligada a los sentimientos que se baila muy agarradito. Bailar boleros rompe mucho el hielo. Se lo aseguro.
-¿Yqué llevó a Tamara hasta un género, en apariencia, tan alejado de la nieta de Farina?
-En mi casa se escuchaban muchas músicas distintas, no sólo flamenco, y con siete años me empecé a identificar mucho más con el bolero que con el flamenco. No sé la razón.
-(Moncho) Estamos los dos arrebatados por el bolero, yo lo estoy desde hace muchos años, muchos. Vamos, desde que comencé, con aquellos primeros temas que eran como boleros a ritmo de rumba catalana. Pero verdaderamente tiene razón el que se asombre: ver a dos gitanos locos por esta música es algo realmente único.
-Encadenados, su nuevo disco, ¿era uno de esos proyectos que tenían que ver la luz más pronto que tarde?
-(Tamara) Encadenados iba a ser un dísco mío en el que en un tema iba a colaborar con Moncho. Pero la discográfica, Universal, pensó que era mejor unir a dos generaciones y, de esa forma, mostrar dos formas de encarar el género. Aquí está el bolero tradicional, con solera, de Moncho, y el mío, que mira más al pop y a la balada, que es, al fin y al cabo, una extensión del bolero.
-¿Por qué otros géneros de la música latina han calado más que el bolero?
-(Moncho) Porque es una música tranquila, casi tan buena para escucharla sentaditos como para bailarla. De todos modos conviene aclarar que en Latinoamérica el bolero se baila tanto como la bachata, la salsa o el son. No hay un concierto en el que no suene.
-¿Y de público cómo anda de salud el género?
-(Tamara) Los públicos del bolero son muy amplios. Prueba de ello es que una empresa como Universal apueste por él. Que no suene en las radiofórmulas no significa que no exista. -¿Cuál es el marco ideal: el teatro o la sala de fiestas?
-(Moncho) El teatro, ¡el teatro! A nosotros nos llena de gozo sentir que la gente viene a escucharnos. Un concierto de pie sólo de boleros no tiene mucho sentido porque después de bailar un par de boleritos los pies te piden una salsita. En cambio, en la atmósfera de un teatro, con la gente en sus butacas, el bolero resplandece maravillosamente bien.
-¿Qué músicos les acompañarán?
-(Tamara) Estamos terminando de perfilar la gira pero el bolero no necesita grandes despliegues. Serán conciertos muy acústicos, con piano, percusión, guitarra y bajo. Y aunque Moncho ha estado aquí hace poco, en el Lope de Vega, esperamos que Sevilla nos abra las puertas pronto para que podamos enseñar este trabajo.
-¿Se siente querido Moncho en la agitada Cataluña?
-Los artistas de allí nos sentimos no queridos, sino muy queridos, si cantamos más en catalán que en castellano. Tengo 34 discos, dos o tres de ellos en catalán. Y no soy independentista, pero de vez en cuando me arranco con un bolerito en catalán. Que no pasa nada. Es una lengua bella.
