Víctor Fernández, ayer en la rueda de prensa.
El Betis recibe mañana al Castellón, que es el último de Segunda, así que la teoría dice que se trata del compromiso más fácil que le queda al equipo verdiblanco de aquí al final de la temporada. Craso error, según Víctor Fernández. Para el entrenador heliopolitano, "mirar la tabla es una invitación a equivocarse" y la cosa no está para caer en la trampa de la confianza. El técnico, que adelantó a ayer sábado la habitual comparecencia de vísperas de partido, demostró que su sintonía con el vestuario es absoluta y repitió con otras palabras el discurso que sus futbolistas ya pronunciaron el viernes."Lo complicado es ascender, y eso no se va a producir hasta junio. La dinámica es positiva, el equipo cree que se puede y sólo hay que pensar en seguir mejorando porque hay cosas que mejorar. El equipo no ha tocado techo; si lo hubiese hecho, sería bastante triste", recalcó Víctor, que focalizó su prudencia sobre el choque ante el colista: "El Castellón nos va a obligar a estar en un estado de alerta permanente. Está abajo, pero tiene soluciones futbolísticas y si no las respetamos nos encontraremos con una desagradable sorpresa. He visto varios vídeos y en el campo del Hércules fue un equipo solvente y autoritario, aunque los últimos resultados demuestran que no está en su mejor punto. Pero si nos relajamos, nos encontraremos con una desagradable sorpresa", reiteró.
El peligro de la relajación, en principio, parece controlado por el aragonés. "El vestuario está en alerta, no relajado. Debemos jugar como siempre e imponer nuestro ritmo. Si jugamos a un ritmo alto, somos capaces de ganar a cualquiera. Todo lo demás no nos sirve porque tenemos necesidad de ganar", comentó Víctor, con el cuerpo algo descolocado por tener que jugar un lunes: "La semana se ha hecho más larga y se cambian hábitos. Será un fin de semana completo, de ver todos los partidos, y en ese sentido será más relajado. Es un poco extraño, pero no es excusa para nada, el lunes debemos responder a conciencia", valoró.
El Betis jugará uno o dos días más tarde (o tres, porque el Hércules lo hizo el viernes) que el resto de sus rivales. Eso puede ser una ventaja, en forma de tranquilidad, si esos resultados le son favorables, como ocurrió con el empate herculano en Murcia o la derrota del Cartagena en Vigo. Víctor, que habló antes de conocer el marcador de Balaídos, sólo comentó ese 0-0 de La Condomina: "Se demuestra que empatar en otro campo es muy duro y exigente. Es verdad que el resultado nos viene bien, pero si ganamos", matizó.
Aprovechando su presencia ante los periodistas, se le preguntó a Víctor por su presente y su futuro. Lo primero que respondió, sobre sí mismo, es que él se considera "el mismo". "No creo que haya cambiado sustancialmente. Quizás han cambiado los ojos de los que me miran". Luego se refirió a su renovación: "No es un tema que exista en estos momentos. Todos los béticos, y supongo que el dueño también, estarán contentos de que el equipo esté reaccionando, pero ahora no podemos despistarnos con otras historias", replicó. "No tengo más mercado que Heliópolis", sentenció antes de irse a correr junto al preparador físico, David Gómez.
