El Secretario Provincial del PSOE, José Antonio Viera, ha dado un golpe de efecto orgánico contra el alcalde con un reflejo directo en la gobernabilidad del Ayuntamiento. Ha reforzado políticamente al concejal que ha quebrado la confianza de Monteseirín, abriendo la caja de los truenos.
Emilio Carrillo, concejal de Urbanismo del consistorio sevillano, apoyó públicamente a Monteseirín frente a Viera ante el congreso provincial del próximo sábado y unos días después hizo justo lo contrario, quebrando la confianza del alcalde y provocando una crisis interna en el Gobierno Local que, de momento, se ha saldado con su relevo al frente de la portavocía municipal.
Carrillo justificó entonces su brusco giro orgánico por el enfrentamiento con el concejal de Movilidad, Francisco Fernández, destacado referente de los críticos, a cuenta del atropello mortal de Hytasa en el que ambos se culparon mutuamente de la responsabilidad del semáforo apagado. Muchos en el partido, sin embargo, consideran que el golpe de timón de Carrillo tendría origen y naturaleza políticos para colocarse en la línea de salida sucesoria ante un hipotético relevo de Monteseirín.
Fuentes del Gobierno Local reconocían ayer que el refuerzo orgánico de Carrillo afectará "en el plano institucional" al Ayuntamiento porque "complicará aun más la convivencia" entre el regidor y el responsable del área municipal con mayor peso específico y protagonismo, que gestiona directamente los principales proyectos de la ciudad.
Emilio Carrillo, que paradójicamente ha venido reclamando siempre estar alejado de lo orgánico, recibió hace unos días la llamada de Viera informándole de la posibilidad de que su nombre fuera barajado en la negociación de la nueva ejecutiva. El sábado por la noche recibió la noticia de su entrada en la ejecutiva regional como vocal y fue requerido apresuradamente a viajar a Granada.
Fuentes socialistas confirman que fue el propio José Antonio Viera el que peleó por incluir a Carrillo en la ejecutiva, reforzando así su papel orgánico, sabedor de que esta nueva situación debilitaría la posición del alcalde. Monteseirín, en una entrevista al Diario La Razón, ha mostrado su sorpresa por el apoyo de Emilio Carrillo a Viera cuando, según él, "Emilio Carrillo fue uno de los que animó a Demetrio Pérez a presentarse a la secretaría general del PSOE" como alternativa a Viera.
Mientras algunas fuentes del gobierno local aseguran que el refuerzo orgánico de Carrillo es una operación para desgastar al alcalde y desestabilizar el Ayuntamiento, Monteseirín mantiene la calma -apenas se ha dejado notar en el Congreso de Granada- y se muestra a la defensiva ante la posibilidad de que se produjera algún intento de provocar su salida del consistorio. Monteseirín, que no se habla con Carrillo, tiene claro que piensa agotar el mandato para el que ha sido elegido, lo que chocaría con la hipótesis de que su partido pudiera proponerle como salida la candidatura a las listas de las elecciones europeas dentro de diez meses.
La dirección del PSOE, que siempre han llevado a gala que las cuestiones orgánicas no afecten a las instituciones, ha irrumpido en el ayuntamiento de Sevilla agudizando la crisis entre el alcalde y Carrillo. Si hasta hace unos días parecía claro que el edil de Urbanismo abandonaría su concejalía por la falta de confianza del alcalde, la nueva situación augura justo lo contrario.
La actual crisis municipal no se entendería sin el inminente congreso provincial del sábado en el que el delegado del Gobierno de la Junta, Demetrio Pérez, pugnará con Viera por la secretaría general. El resultado del congreso regional ha dejado muy debilitadas las posiciones de los críticos, ya que hasta el flamante Vicesecretario regional, Luis Pizarro ha sembrado dudas sobre la capacidad del grupo con el que se alinea el alcalde de contar con el 25% de los avales necesarios para presentar candidatura.
Además, Viera ha conseguido en Granada satisfacer las demandas de las agrupaciones que le apoyan, por lo que sería muy difícil que perdiera el congreso, a menos que se logre una candidatura de consenso.
