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Vílchez llevará a la Junta ante los tribunales por su ‘no’ a la Gavidia

Dice haber amarrado 35 millones y 200 empleos para la gran superficie comercial. El pleno aprueba la modificación del PGOU a sabiendas del rechazo autonómico.

el 27 dic 2013 / 23:41 h.

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Los dos protagonistas de los plenos de ayer: Maximiliano Vílchez (Urbanismo) y Asunción Fley (Hacienda). / MANU R. R. (ATESE) Los dos protagonistas de los plenos de ayer: Maximiliano Vílchez (Urbanismo) y Asunción Fley (Hacienda). / MANU R. R. (ATESE) Tenemos una compañía –sin nombre, por ahora– que aspira a transformar el ruinoso edificio de la comisaría de la céntrica plaza de la Gavidia en un gran centro comercial, con hasta 35 millones de euros de inversión y 200 puestos de trabajo previstos. Y si finalmente la Junta de Andalucía rechaza el cambio parcial de la planificación urbanística (PGOU) que el Ayuntamiento de Sevilla propone para posibilitar este proyecto empresarial, ambas instituciones se verán las caras ante los tribunales. En el fragor de la batalla dialéctica del pleno municipal ordinario de ayer, al delegado de Urbanismo del Consistorio, Maximiliano Vílchez, se le escaparon tres relevantes detalles sobre las polémicas instalaciones de la Gavidia, que están reservadas por el PGOU a actividades socioculturales, blindaje que el gobierno local del PP aspira a erradicar para que alberguen esa gran superficie comercial. Primero, que tiene la propuesta de una empresa sobre la mesa, y si la oposición de PSOE e IU posee la suya alternativa aunque sea para levantar un hotel –es una de las ideas concebidas por los socialistas–, que lo diga y se estudiará. Segundo, que implicará una inversión de entre 30 y 35 millones de euros, y una estimación de 200 empleos –la cifra laboral había sido cuantificada por los populares con anterioridad en un documento de grandes proyectos para la ciudad–.  Y tercero, que no descarta llevar a la Administración regional ante los tribunales en el que sería el segundo frente judicial abierto contra ésta –existe actualmente un litigio contencioso-administrativo por impagos en servicios sociales gestionados por el Ayuntamiento pero con aportaciones económicas de fondos autonómicos–. Ese no del Ejecutivo andaluz se presupone puesto que la Consejería se Cultura ya mostró, en un informe vinculante para la decisión final, su oposición al centro comercial planificado para la antigua comisaría. Urbanismo, sin embargo, persiste en seguir los trámites para cambiar el PGOU –de hecho, ayer se aprobó en el pleno retocar la redacción del artículo de esa biblia de la ciudad para ampliar los usos del edificio– y recurrir por vía judicial la negativa de la Junta –tiene la última palabra– cuando la alteración pase el filtro del Consejo Consultivo de Andalucía. No en vano, Vílchez estaba admitiendo ayer que, habida cuenta de semejante rechazo autonómico y también el de la oposición política municipal–, al Ayuntamiento sólo le quedaría la vía contenciosa, anuncio éste que causaría revuelo en la bancada que no gobierna. El delegado, asimismo, sugirió que la administración autonómica habría dado consignas políticas para que su proyecto en la Gavidia no saliera adelante, una afirmación que replicó Antonio Muñoz, portavoz adjunto del PSOE local, censurándole que pusiera en cuestión el trabajo de los funcionarios y técnicos de la Consejería de Cultura y de la Comisión Provincial de Patrimonio. Y si realmente tiene sospechas al respecto, le conminó Muñoz, vaya directamente a denunciarlas a los tribunales. En un debate donde las posturas encontradas persistieron en no moverse ni un ápice, Maximiliano Vílchez indicó que ubicar en la Gavidia un gran centro comercial –esto es, otro, pues al lado está El Corte Inglés– contribuiría a la revitalización de una plaza y de un entorno que, aseveró, ahora es “deprimente”, debido al cierre masivo de negocios, e ironizó sobre el “impacto visual” que alega Cultura para decir no a la nueva Gavidia, cuando a un tiro de piedra tiene las setas de la Encarnación y el edificio vacío –que lleva consumidos 700.000 euros de los sevillanos en mantenimiento y seguridad– es una ruina. La clave del parking de la Alameda El aparcamiento subterráneo de la Alameda se concibe como condición sine qua non para la inversión que, a tenor de las palabras de ayer de Maximiliano Vílchez, el Ayuntamiento ya tiene amarrada para la gran superficie comercial en el edificio de la Gavidia. Por ello, ayer se aprobó en el pleno municipal otra modificación parcial –un trámite más– para levantar la prohibición de construir aparcamientos rotatorios en el casco histórico. Léase, para permitir así el parking del bulevar. el rechazo Y aquí es incluso más férreo el rechazo de la oposición política que en el caso de la modificación de usos para la antigua comisaría de la Gavidia. Al menos en este último caso el PSOE permitiría que, por ejemplo, se levantara un hotel, pero nunca fijar una gran superficie comercial que dañara aún más los intereses del pequeño y mediano comercio de la ciudad. Pero es rotundo el no de socialistas e Izquierda Unida al citado aparcamiento, que supondría levantar por completo la Alameda. El saliente portavoz de IU, Antonio Torrijos, reiteró que el gobierno popular de Juan Ignacio Zoido carece de modelo de ciudad y que no dejará nada con su sello. Por su parte, el portavoz adjunto del PSOE, Antonio Muñoz, lamentó la falta de planificación y que el Ayuntamiento se venda “al mejor postor”, al tiempo que ironizó sobre los 200 empleos que traerá la Gavidia, habida cuenta que otras dos tandas de 200 que anunció el alcalde y eran simples traslados emprendidos por empresas teleoperadoras . los besugos A Maximiliano Vílchez le tocó de nuevo defender que hay que poner alfombra roja a los empresarios que llegan – “¿y darles todo lo que piden, como Eurovegas?”, ironizó Torrijos– y se quejó de que la estrategia de la oposición es que cuanto peor le vaya al gobierno y al empleo, mejor. Torrijos sentenciaría el debate: “Esto es un diálogo de besugos”. Pues sí.

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