Han pasado tres años desde que Juanito Valderrama se marchara a tomar posesión de su sitio en el parnaso de la música española. Pero su legado, lejos de marchitarse, parece hoy todo un mundo por descubrir. Basta asomarse a la caja Juanito Valderrama 1916-2004 para darse cuenta de ello.
Valderrama, jiennense de Torredelcampo y espartinero de adopción, es objeto de este homenaje antológico que incluye nueve CDs y cinco DVDs con lo mejor de su discografía y su filmografía. Todo ello viene presentado en un lujoso pack que representa las antiguas maletas de cartón que arrastraban los emigrantes españoles en sus éxodos europeo.
La viuda del cantante, Dolores Abril, se muestra orgullosa por el trabajo de recopilación y producción que ha realizado su hijo, el también artista Valderrama. "Recuerdo muy bien todo, cuándo se grabó esto y aquello, donde se hizo cada foto... Pero no necesito poner un disco suyo para recordarlo. Lo tengo presente a dierio, porque fueron cincuenta años con un compañero único, como artista y como ser humano".
En el contenido de los discos se atesoran coplas inmortales y cantes excepcionales junto a algunas curiosidades, como un concierto completamente inédito o una serie de curiosas grabaciones familiares editadas que harán las delicias de los seguidores del malogrado cantante.
Entre sus películas, destacan El rey de la carretera, El emigrante, Gitana, El padre coplillas o De barro y oro. Ésta última es de las preferidas de Dolores Abril: "Juan era muy completo y me gusta todo lo que hizo, pero en este filme, en el que hacía de apoderado, creo que está estupendamente", afirma esta mujer que conoció al artista con 12 años, cuando le pidió un autógrafo en Albacete, y con quien años más tarde compartiría su vida. "También me gusta una versión de La mamma, que hasta Aznavour lo felicitó, o el disco de Don Juan, que grabó en directo, con 84 años, en el festival de La Unión".
A propósito de este hecho, Dolores Abril recuerda que el célebre Festival del Cante de las Minas nació a raíz de una actuación de Valderrama, en la que la gente le pedía El emigrante mientras él cantaba por tarantas. "Entonces se dirigió al público y dijo: 'Yo estoy cantando el cante de aquí, y como vosotros no lo cuidéis, desaparece'. Y así se creó el festival".
"Él siempre decía que era cantaor, no cancionero", prosigue Abril. "Pero en su época el flamenco lo entendía menos gente, lo que daba de vivir era la copla, y se hizo célebre gracias a eso. Pero cualquiera chaval joven que sea aficionado al flamenco, tiene ahí una escuela", afirma.
Éste es uno de los detalles en los que más énfasis quiere hacer la familia: la condición de grande del cante jondo de Juanito Valderrama. "Mi padre aprendió de Vallejo, de la Niña de los Peines, fue el último de una generación", dice Juana Dolores, hija del artista, y su madre apunta: "A Camarón lo sacó él de Torres Bermejas, y ahora hay jóvenes como mayte Martín, Miguel Poveda o Arcángel que están rescatando muchas cosas de él".
A la espera de la presentación de esta colección integral -el próximo martes, en el tablao Villa Rosa de Madrid, con Carmen Sevilla como madrina-, Dolores no olvida a su hombre: "Me da mucha tristeza escucharlo, parece que está aquí y no está".
