Weligton, en un partido con el Málaga.
El director deportivo del Betis, Vlada Stosic, adelantó el lunes que el segundo fichaje para la próxima temporada estaba casi perfilado y que el jugador en cuestión se encontraba "a dos horitas" de distancia de Sevilla. No aclaró si el lapsus temporal era viajando en coche, en tren o en avión, pero resulta que es en el primero de los medios. Es el tiempo que se tarda en venir de Málaga, donde reside desde hace cinco años Weligton Robson Pena de Oliveira, defensa central y capitán del Málaga CF y futuro futbolista del Betis si las negociaciones no se tuercen, que no parece que vaya a ser así. La propuesta verdiblanca es de dos temporadas y otra opcional en función del número de partidos jugados. El zaguero queda libre en junio, ocupa plaza de extranjero y es representado por Rodri. Es decir, por Promoesport, con la que tanto trato mantiene el club de Heliópolis, ya que es la agencia que defiende los intereses de Iriney, Casto, Pozuelo, Isidoro, Juan Calahorro...Weligton cumplirá 33 años el 26 de agosto, así que el contrato le duraría hasta los 35 o 36 años. Hay que tener este dato muy en cuenta y mezclarlo con el del final de su relación con el Málaga. Con los agentes libres no hay que pagar ningún traspaso a su club de origen pero sí una prima al jugador por ese ahorro. Con esos dos años que le ha planteado, el Betis pretende compensarle lo que no le puede ofrecer económicamente, a buen seguro menos de lo que por ejemplo gana en el club de la Costa del Sol. Y además le ofrece el atractivo de la proximidad con Málaga, ciudad a la que Weligton se ha adaptado a las mil maravillas.
La contratación del brasileño (si se culmina) supone para el equipo de Pepe Mel la consecución de dos objetivos: por un lado, se trata de un hombre que interesa en Heliópolis desde hace años; por otro, es un refuerzo para una línea cuya mejora es considerada fundamental por el entrenador. Weligton acumula 93 partidos de experiencia en Primera y otros 38 en Segunda, estos últimos en la 07-08, la de su llegada al Málaga. Mide 1,86, es zurdo y es extracomunitario porque sólo tiene su nacionalidad original, la brasileña, aunque al aterrizar en la Liga española anunció que intentaría conseguir el pasaporte portugués.
El jugador, por lo demás, está encantado y además lleva semanas, incluso meses, diciéndolo en público sin ninguna reserva. A principios de mes ya lo dejó así de claro: "Si no renuevo con el Málaga, veo con buenos ojos ir al Betis", afirmó el brasileño. Las negociaciones para ampliar su vínculo con el club que ahora dirige el jeque Abdullah Al-Thani, sin embargo, no han sido nada fluidas y el futbolista ya tenía asumido desde hace tiempo que su futuro no pasaba por La Rosaleda.
