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¿Y ahora qué ocurre con Miguel?

La sombra de la sentencia del Cuco planea sobre el juicio de los adultos y las posibles condenas.

el 24 mar 2011 / 22:22 h.

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El asesino confeso de Marta, Miguel Carcaño, antes de entrar en los juzgados.
El asesino confeso de Marta, Miguel Carcaño, antes de entrar en los juzgados.

No hay pruebas para condenar al Cuco por violación y asesinato. ¿Y en el caso de Miguel Carcaño? ¿Cómo influye la decisión de un juez sobre un proceso que aún está pendiente de ser juzgado? La respuesta a estas preguntas son distintas según el prisma bajo el que se miren. Mientras algunas defensas de los cuatro adultos ya intentaron paralizar el juicio al menor porque entendían que la sentencia podría dar por sentado hechos que le perjudicarían, la Fiscalía sostiene que son procedimientos "distintos" y que la resolución de uno no tiene por qué condicionar al otro. En estos términos se expresaba ayer la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra.

Bien es cierto, que en el caso de Miguel la autoría de la muerte del crimen está más clara. Él ha cambiado en innumerables ocasiones de versión, pero siempre -salvo en una que intentó responsabilizar de ello al Cuco- ha reconocido que acabó con la vida de la chica. La cuestión de la violación es diferente. Él se autoinculpa en una declaración de la que ya se ha retractado. El cuerpo no se ha encontrado, lo que revelaría si hubo o no agresión sexual, y tampoco se han encontrado restos de semen. Sólo hay algunas manchas en la colcha de la habitación del chico con restos de él y de Marta; una navaja en la que no se localizó nada y ADN de Marta mezclado con el del Cuco en el suelo del cuarto.

¿Serán estos elementos suficientes? Para el juez de Menores no lo ha sido y está claro que la defensa de Miguel podría utilizar esta sentencia, que ya declara probado una serie de hechos, como apoyo a su estrategia para evitar que el chico sea condenado por violación. El tribunal aplicando el principio de presunción de inocencia, como ha hecho el juez de Menores, tendría que absolver a Miguel. Es la Ley. Pero quizá atando cabos pueda llegar a sostener en una sentencia que hubo violación. Eso sí, ya sin entrar a valorar si el Cuco estuvo o no allí.

¿Asesinato o más bien homicidio? Tras la sentencia del Cuco parece difícil poder demostrar que la chica fue estrangulada. En su última versión, Carcaño vuelve a asegurar que golpeó a Marta con un cenicero y que luego llamó a sus amigos. El juez de Menores cree que el Cuco y Samuel llegaron entonces, tal y como el chico reconoció en sus primeras declaraciones. Testimonios que coincidían con los de Miguel y Samuel. Eso sí, todos mentían con el paradero del cuerpo porque no fue localizado en el río, como dijeron. Teniendo en cuenta esto y que la única mancha clara que es sangre seca de Marta es la localizada en el interior de la cazadora de Miguel, parece estar más clara la versión de un homicidio que un asesinato, lo que implicaría una pena menor par el asesino confeso.

La defensa de Miguel también ha logrado a su favor una sentencia que considera la versión del joven "una venganza" hacia el menor por inculpar a su hermano, además de gozar de "escasa credibilidad". Todo un elemento a favor para reducir la condena.

¿Pero que pasa con el resto de imputados? La única que podría salir favorecida es María García, la novia del hermano de Miguel. Es la única que no aparece en la sentencia del menor. El resto, Javier Delgado y Samuel Benítez, aunque no son llamados por sus nombres, sí está reflejado su papel en el crimen. El juez asegura que Samuel fue al piso de León XIII con el Cuco y que también se deshizo del cadáver. De Javier dice que estaba en el piso cuando ambos chicos llegaron. Desde luego, unos hechos probados que a sus defensas, como temían, perjudican.

No obstante, cada tribunal puede hacer una valoración distinta de las pruebas. Es más, la propia sentencia del Cuco puede ser revocada por la Sección Tercera de la Audiencia, que puede condenar al joven por asesinato y violación o incluso absolverlo. No será hasta que exista esta sentencia firme cuando se sepa el tiempo exacto que el Cuco tendrá que cumplir de condena. Salvo en caso de absolución, lo que sí está claro es que a los años que le impongan tendrán que restarle los nueve meses que pasó en un centro cerrado tras su detención, más parte del año y cuatro meses que lleva en un piso tutelado, ya que al ser un régimen de semilibertad sólo le computa una parte proporcional.

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