En el pasado verano, desde estas líneas, hablaba sobre la necesidad de tener paciencia con el equipo verdiblanco. La tardía confección de la plantilla obligaba a pensar que el trabajo de pretemporada no podría acabar a finales de agosto, prolongándose, pues, en los primeros encuentros de esta recién inciada Liga.
La progresión era evidente. Conforme iban pasando las jornadas íbamos viendo un Real Betis más serio, con empaque, aunque romo, romo en ataque.
El pasado domingo, frente al Real Club Deportivo Mallorca, vimos, por fin, que este Betis convence y además, vence. El centro del campo es otra cosa, con relación al del pasado año y al de otros. El sistema resulta eficaz, el trabajo táctico se ha asimilado bastante bien y al equipo se le ve unido, ilusionado y con ganas de dar alegrías a la sufrida afición heliopolitana. Lo único que echo de menos es un delantero goleador?
¿Alguien vio el recital de Ricardo Oliveira con el Real Zaragoza frente al filial sevillista?
