"Defender la alianza de Europa con América Latina en el marco de Mercosur supone defender una visión estratégica clave, no oportunista ni táctica". Así, tajante y con profunda fe en este encuentro de fuerzas se expresó ayer el eurodiputado en el Parlamento Europeo, Luis Yáñez-Barnuevo, en el marco del encuentro Hablemos de Europa que se celebró anoche en el Hotel Gran Meliá Colón de Sevilla auspiciado por El Correo de Andalucía y la representación española de la Comisión Europea y con el patrocinio de Cajasol.
Unión Europea - América Latina: Una opción estratégica fue el epígrafe elegido por Yáñez para enarbolar la defensa, viabilidad y futuro del proyecto que supone la posibilidad de un acuerdo firme entre Mercosur -unión subregional iberoamericana sobre libre circulación de bienes- y la Unión Europea. Y para justificar en primer término este punto de encuentro, el europarlamentario apeló a la "necesidad de entendimiento entre ambos continentes, teniendo en cuenta que los dos compartimos en buena medida una lengua común y unos valores sociales parecidos". Pero más allá de lo obvio, Yáñez partió de una reflexión aún más maximalista: "En un mundo global o se actúa globalmente o no hay nada que hacer", opinó.
Semejante vocación internacional de la propuesta podría producir no obstante un cierto desapego a pie de calle por cuanto que podría contemplarse desde una y otra orilla como un discurso alejado del día a día de las ciudadanos. Ante ello, Yáñez ofreció la clave: "De llevarse a feliz término el acuerdo con Mercosur se abriría un área de libre comercio que acoge a 800 millones de personas, lo cual sería lógicamente enormemente beneficioso para Europa y, por supuesto, para América Latina en época de crisis", sentenció.
Sin embargo, antes de lograr el acuerdo -que confía en que se firme antes de que concluya 2012- quedan varios "escollos" por superar. "Los países de Latinoamérica quieren exportar sus productos ganaderos, algo de lo que no quiere ni oír hablar Francia y Argentina porque son naciones muy proteccionistas en lo que compete a sus medios rurales", explicó. Hasta la fecha ya han transcurrido seis rondas negociadoras y "en este momento existe ya una ventana de oportunidad para llegar a un punto común. Podríamos decir que están cerrados el 90% de los términos comerciales", añadió el europarlamentario frente al cierto escepticismo verbalizado por los cónsules de Uruguay y Brasil, Julio Azancot y Blas Ballesteros, respectivamente. En opinión del primero de ellos, "existe todavía cierta soberbia en Europa cuando se habla de América Latina. ¿Si criticamos al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, qué debería decirse del de Italia, Silvio Berlusconi?", preguntó el diplomático.
Yáñez confesó "combatir por igual cualquier atisbo de eurocentrismo a la par que esa idea de imperialistas que algunos se empeñan todavía en adjudicarnos". Pero por encima de este debate, añadió un dato que, a su parecer, debería ser concluyente para apoyar un gran acuerdo comercial entre Europa y Mercosur: "Ya se han realizado estudios de su impacto y la ganancia para Europa estaría alrededor de 14 a 20 mil millones de euros. Esto absorberá el coste negativo que pueda tener en países como Francia, Irlanda o Argentina. Sería una barbaridad que no se llegara a un acuerdo: no ganar lo mayor por no perder lo menor".
Por todo lo anterior, Yáñez insistió nuevamente en que "no hay ni oportunismo ni una visión táctica" en la defensa de este acuerdo, si no un pensamiento "absolutamente estratégico que, además, no excluye acuerdos a tres bandas con otros países como Estados Unidos". No obstante para que todos estos beneficios recaigan sobre ambos continentes "hay que conseguir que este acuerdo estratégico entre la Unión Europea y Mercosur sea una realidad antes de finales de 2012... porque de no lograrse se derrumbaría todo lo ya acordado hasta la fecha ya que no se puede mantener abierta durante tanto tiempo esta reunión", argumentó. Además, "en el pasado, ya hubo un intento serio entre 1999 y 2004 pero se abortó porque Brasil quiso esperar a que acabara la Ronda de Doha sobre libre comercio", añadió.
Queda por tanto sobre la mesa de negociación entre Mercosur y la Unión Europea la posibilidad de llevar a buen término un acuerdo sobre el que también la consejera de Estado, Amparo Rubiales, expresó anoche su preocupación de que prosperara "en medio de un contexto de crisis como el que vivimos". Yáñez volvió entonces a tornarse optimista y a confiar en los negociadores de uno y a otro lado para que "los ciudadanos de una y otra parte del mundo se beneficien de una alianza que redundará en la mejora de la calidad de vida de todos".
