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Zafarrancho de una semana para retirar la basura tras la huelga

La inmensa mayoría de la plantilla votó a favor de desconvocar el paro. Habrá un plan de choque de limpieza a partir de este viernes.

el 07 feb 2013 / 20:29 h.

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Por una apabullante mayoría los trabajadores de la empresa municipal de limpieza de Sevilla, Lipasam, acordaron ayer desconvocar la huelga que iniciaron la noche del 27 de enero y que ha provocado que en la ciudad haya acumuladas unas 7.000 toneladas de basura . La votación no dio lugar a ningún tipo de error. De los 989 votos -todos de los trabajadores fijos, los eventuales no pudieron votar-, 845 fueron a favor de abandonar la huelga, frente a 135 que defendían continuar con la movilización. Siete fueron en blanco y dos, nulos.

La votación se inició con incidentes, ya que cuando comenzó se tuvo que suspender y reiniciar de nuevo por falta de control. Algunos "energúmenos", como los calificó el portavoz del comité de empresa, Antonio Bazo, depositaron más de una papeleta, por lo que esa primera votación se tuvo que anular. Luego la situación se recondujo, aunque con cierto caos por el número de trabajadores con derecho a voto y quizás por la falta de costumbre. Tras el incidente se llegó incluso a plantear la opción de votar a mano alzada, algo que se rechazó de lleno.

Después de que el miércoles por la mañana los trabajadores a mano alzada decidiesen continuar con la huelga y no aceptar la propuesta municipal. El comité de empresa acordó convocar para ayer una nueva asamblea, "con más tranquilidad y con la cabeza más fría", para explicar en profundidad el documento presentado por el Consistorio. También se optó celebrarla en unas instalaciones distintas a Lipasam, en Fibes.
Así, frente a los poco más de 300 empleados que asistieron a la convocatoria del miércoles, a la asamblea de ayer acudieron más de 1.000 trabajadores, entre fijos y eventuales, donde durante más de tres horas estuvieron realizando preguntas sobre la propuesta municipal que habían rechazado inicialmente y que finalmente ayer aceptaron punto por punto.

El documento contempla entre otras cuestiones la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas semanales; una reducción salarial del 3,6%, con una previsión de subida del 0,75% para el próximo año y en relación al IPC durante el ejercicio 2015; y una nueva bolsa de trabajo para las contrataciones eventuales en función de los principios de "publicidad, igualdad, mérito y capacidad", fijando para ello un baremo "público y oficial", esta nueva bolsa se quiere ampliar de 460 a 1.000 empleados y respetando a los que ya están en ella.
Tras el recuento y conocerse la decisión de la plantilla de querer desconvocar la huelga, que les ha hecho perder a cada trabajador aproximadamente 600 euros, Bazo afirmó que los empleados de Lipasam habían hecho un "acto de responsabilidad" al aceptar la propuesta, que, según reconoció, podía haber sido mejor. No obstante, se mostró satisfecho con el acuerdo y volvió a culpar de la situación que ha vivido la ciudad al alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), por haber tardado ocho días en sentarse a negociar y al que acusó de "criminalizarles". Insistió en que ha sido toda una provocación del equipo de Gobierno, a lo que uno de sus compañeros y expresidente del comité de empresa, José Luis González, apostilló que el Ayuntamiento cada dos meses está sacando un problema nuevo y "nos está utilizando como conejito de indias" con cuestiones de otros colectivos, "que no tienen nada que ver con nosotros".

El portavoz del comité de empresa también arremetió contra los compañeros que intentaron boicotear la votación y aunque no les culpó de que la huelga no se hubiese desconvocado el miércoles, sí dejó caer que si la protesta se ha prolongado un día más, para finalmente aceptar la misma propuesta municipal, se ha debido a que una mínima parte de la plantilla estaba malmetiendo.

Bazo lamentó las molestias que se ha ocasionado a los ciudadanos, y recordó que Lipasam es una empresa modélica, que ha sido muchas veces galardonada, y admirada en el sector. Por ello, afirmó que ahora se van a emplear a fondo para restablecer la buena imagen de los trabajadores.

Aunque la asamblea finalizó de forma distendida y con muchos menos trabajadores que al inicio de la misma. La tarde comenzó con un clima bastante crispado, con silbidos y gritos de "Zoido dimisión". Además, para poder acceder al auditorio de Fibes se exigía el carné de Lipasam, ya que la asamblea fue a puerta cerrada.

Ayer algún que otro trabajador apuntó que la reunión del miércoles por la mañana fue dinamitada por un pequeño grupo, que impidió que se explicase bien la propuesta municipal, por lo que la huelga no se desconvocó. En este sentido, Bazo admitió que esa asamblea se organizó de forma muy precipitada a instancias del Gobierno local, que les apremió.

De hecho, nada más conocerse la decisión de la plantilla de desconvocar la huelga, el equipo de Gobierno municipal se fundió en un abrazo y el alcalde, que en estos días de huelga ha sido el gran ausente, dio una rueda de prensa en la que tuvo palabras de elogio para los sevillanos por su "paciencia". Además, dijo sentirse orgulloso del esfuerzo que han hecho los vecinos, hosteleros, hoteleros y comerciantes, "que han sabido hacer su papel más que nadie". En esta alocución no dejó de lado a sus colaboradores, de los que dijo que han "demostrado cómo se salvaguarda los intereses generales de los sevillanos por encima de cualquier tipo de circunstancia o situación".

Repitió en varias ocasiones que Sevilla no se merece estar llena de basura, "nos alegramos que la asamblea haya recapacitado", pero aclaró que en las calles se acumulan muchas toneladas de desperdicios, por lo que calculó que volver a la normalidad tardará una semana, Bazo fue más optimista y redujo el tiempo a unos cuatro días. "Queremos hacerlo cuanto antes", aseguró, y para ello se comenzará a trabajar por los puntos más conflictivos.

Ayer por la noche, según el regidor, los turnos salieron con el número de trabajadores habitual, aunque a partir de hoy "se fijarán unos servicios especiales para eliminar los residuos cuanto antes", porque repitió Sevilla tiene que recuperar el aspecto normal "el que nunca debió perder".

Asimismo, remachó que ha representado los intereses de los sevillanos con firmeza, "hemos puesto los pilares para una empresa más eficiente, más eficaz y más productiva y para mantener su viabilidad".

Además, lanzó un aviso para navegantes al reiterar que su Gobierno está para defender los intereses generales, "si alguien quiere echar un pulso se lo va a echar a la ciudad", en clara referencia a las movilizaciones que tienen convocadas los trabajadores municipales, entre otros Mercasevilla y la Policía Local. No obstante, aseguró que seguirá trabajando para mejorar la prestación de los servicios públicos, "facilitando la estabilidad del empleo", por lo que reclamó aunar esfuerzos y no enfrascarse en discusiones estériles.

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