El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, repasó ayer los principales asuntos de la actualidad informativa durante una entrevista en TVE tras la convención autonómica del PSOE en Zaragoza. El jefe del Ejecutivo rechazó suprimir las diputaciones provinciales y abogó por "integrar" estas instituciones en las comunidades.
Zapatero también aseguró no haber abierto aún "la carpeta de la candidatura de 2012", descartó el copago sanitario y defendió el sueldo de los expresidentes.
El expresidente del Gobierno Felipe González recomendó el pasado viernes la supresión de las diputaciones provinciales "por recurrentes" dentro del debate del modelo autonómico y la austeridad en las administraciones. Ayer respondió Zapatero. El líder socialista reconoció que las diputaciones "han ido perdiendo papel" en la estructura territorial pero se mostró contrario a su supresión porque "hay un sentimiento provincial muy extendido". Sin embargo, sí que admitió la posibilidad de que estas instituciones "tengan que reducir e integrar" su papel con el de las comunidades autónomas.
En una entrevista en TVE, recogida por Europa Press, Zapatero pronosticó "que si alguien intentara suprimir las diputaciones sin más se encontraría con una contestación social fuerte porque hay un sentimiento provincial muy extendido". Según recordó, la provincia está reconocida en la Constitución y la gente, además de oriunda de su comunidad, tiene muy arraigado ese sentimiento provincial, cuya representación es la diputación. "Otra cosa es que las diputaciones tengan que reducir e integrar su papel con las comunidades autónomas", reiteró.
La sucesión también se coló en la entrevista. El presidente culpó a la prensa del debate y afirmó que sus compañeros del partido no le preguntan por el asunto y que tampoco hablan "motu propio" de ello en público sino por las insistentes preguntas de los periodistas. Además, afirmó que no ha cogido del armario la carpeta de las elecciones de 2012.
Zapatero aprovechó asimismo para rechazar el copago sanitario después de que el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, "reconsiderase" en el diario El País esta medida para "el futuro. Pero el presidente afirmó que "no merece la pena" porque, a su juicio, conseguiría "un ahorro muy escaso" y generaría "desincentivos a la salud".
En cambio, el dirigente leonés defendió los sueldos vitalicios que reciben del Estado los expresidentes -unos 80.000 euros al año- y apostó por que tengan una actividad privada y una pública. Además, se mostró favorable a eliminar los privilegios en las pensiones que reciben los diputados y senadores.
