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Zapatero arropa a Griñán pero calla sobre la deuda histórica

Augura que el «cambio» traerá «nuevas mayorías» para el PSOE-A

el 13 mar 2010 / 21:58 h.

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El presidente Zapatero junto a Griñán.

Zapatero vive un momento político muy delicado. La crisis ha hecho caer en picado la confianza de los españoles en su Gobierno y las encuestas sitúan por delante al PP. No es de extrañar, por tanto, que el jefe del Ejecutivo tenga previsto intensificar su agenda en Andalucía, comunidad que históricamente ha aportado más votos al Partido Socialista. "Andalucía siempre ha sido el principal baluarte del PSOE", reconoció ayer durante la clausura del congreso extraordinario de los socialistas andaluces que eligió a José Antonio Griñán nuevo secretario general. Consciente del enorme peso que tiene la región en el partido, el presidente de la Junta, que intervino justo antes de Zapatero, aprovechó para pedirle públicamente que cumpla con Andalucía y resuelva a tiempo la deuda histórica -debe liquidarse el día 20, según fija el Estatuto-, pero el jefe del Ejecutivo actuó como si no hubiera escuchado su reclamación. Ni una palabra sobre el asunto.

Quedan siete días para que expire el plazo y la negociación sigue enquistada. El Estado todavía debe a la comunidad 784 millones de euros que va a pagar con la cesión de Agesa -valorada en 300 millones- y con 18 solares que deben sumar 484 millones más. El problema está en que ambas administraciones no se ponen de acuerdo sobre el valor de los terrenos, muchos de ellos situados en una zona protegida de Almería. La Junta asegura que valen 100 millones menos de lo que deberían y advierte de que recurrirá a los tribunales si el Gobierno no cumple. Será un tasador independiente el que finalmente determine el precio real. El próximo viernes, un día antes de que se agote el plazo, habrá un Consejo de Ministros extraordinario en Sevilla para aprobar la Ley de Economía Sostenible. El Gobierno central se pondría en evidencia si viene a Andalucía e incumple una reivindicación que colea desde hace tres décadas.

Griñán recordó a Zapatero el apoyo de esta tierra: "El sur está contigo, siempre lo ha estado y siempre lo estará" para, acto seguido, pedirle una contrapartida. Dijo que los gobiernos socialistas siempre han tratado bien a Andalucía, pero que "aún queda una cosa pendiente para el 20 de marzo". Sin mencionar expresamente la deuda histórica, confió en que el presidente la resuelva. "Sé que te vas a preocupar de que lo consigamos. Sé que lo tienes que conseguir", le demandó. Zapatero podía haber deslizado un compromiso, pero en su discurso no hubo ni rastro del tema.

Sí reclamó confianza "plena" para el nuevo líder del PSOE-A y para su proyecto del "cambio". Alabó la "responsabilidad" de los socialistas andaluces por haber sido capaces de abordar un congreso que "no es uno más" desde la "unión". Ese "gran acierto" de cohesión en torno a Griñán traerá -vaticinó- "nuevas mayorías" al partido. Zapatero incidió en que este cónclave no es como los demás porque supone un cambio de liderazgo tras uno "dilatado de Manolo Chaves", al que dedicó palabras de cariño. El presidente habló de la crisis y de sus recetas para superarla: devolver las "reglas y el orden" a los mercados financieros y apostar por la innovación y la educación.

Garantizó que mantendrá su compromiso con las políticas sociales -la ayuda de 2.500 euros por hijos seguirá- y arremetió contra los populares por exigirle sacrificio y no hacer ellos lo mismo. "Que llamen al trabajo y no a la rebelión", criticó, en referencia a la expresión que usó Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid, contra la subida del IVA.

Un día después de su proclamación como secretario general del PSOE-A, Griñán habló a los suyos en unos términos muy distintos a su alocución como candidato. Si el viernes se centró en la composición de su ejecutiva, ayer dedicó su intervención a la crisis. Su Gobierno la combatirá desde la "igualdad de oportunidades", un ideario que se apoya en el plan Andalucía Sostenible. Si la formación llega a más gente, habrá más población activa que genere riqueza, vino a decir Griñán. Una vez más, situó la educación en la cúspide de sus políticas. No olvidó "subrayar su agradecimiento" a Chaves y a Luis Pizarro, con el que quiere seguir contando para su proyecto.

La plana mayor socialista abriga al líder andaluz

Ya avisó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez, que este congreso extraordinario del PSOE-A no era “uno más”. En pocos cónclaves regionales hay tanta presencia institucional y orgánica del PSOE. Nadie quiso perderse la cita y hasta Sevilla viajó la plana mayor socialista.

Asistieron cuatro presidentes autonómicos. No estaba inicialmente prevista la llegada del mandatario vasco, Patxi López, al que Zapatero dedicó palabras de agradecimiento: “Euskadi está mejor que nunca y ETA, peor que nunca desde que es lehendakari”, dijo. Vino el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara; el de Castilla La Mancha, José María Barreda, y Asturias, Vicente Álvarez Areces. El presidente balear, Francesc Antich, y el catalán, José Montilla, no pudieron estar pero apoyaron a Griñán a través de un vídeo.

Además, participaron los ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba –vino de improviso–; de Igualdad, la gaditana Bibiana Aído, de Fomento, José Blanco, y de Educación, Ángel Gabilondo. Los dos días de congreso estuvo la secretaria de Organización, Leire Pajín, y el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Gaspar Zarrías; y ayer se sumó el responsable de Política Municipal, Antonio Hernando.

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