Israel Galván, durante su actuación en Zemos98 en 2008.
El Festival Zemos98 no cumplirá la mayoría de edad. Su próxima edición, del 15 al 18 de abril, será la última que celebre este colectivo de reflexión andaluz. Nos ahogamos. "Hasta aquí hemos llegado. Estamos cansadas y tristes", han reconocido en un comunicado enviado esta mañana a los medios de comunicación.
"Nuestro descontento no se produce de un año a otro, es una larga acumulación de desplantes, desatención, desgana y pérdidas económicas", continúa este. Los responsables de Zemos98 defienden sus años combatiendo el desánimo y la desazón pero, con todo, hablan en términos positivos: "A pesar de la crisis y la precariedad, incluso a pesar de sus gobernantes, Sevilla es hoy una ciudad llena de proyectos interesantes. Seguiremos ahí, pero haciendo otras cosas".
Sin embargo, el cese de la actividad obedece a motivos económicos. La financiación ha ido disminuyendo hasta comprometer su viabilidad, desde los 211.000 euros recibidos de la administración pública en 2008 a los 33.000 con los que se sufragó la última edición, recaudados gracias en buena medida a aportaciones individuales. Pero, advierten, "esto no se soluciona con más dinero: no hay política cultural, ni se la espera", dicen en claro tono político.
La falta de compromiso plurianual, los honorarios de la cultura, la torpeza administrativa y las negligencias políticas son, a juicio de Zemos98, los ingredientes que han alimentado su adiós.
