Zoido aguanta las críticas por la interinidad en el PP y atiza con los ERE

El presidente de los populares reta a Díaz a convocar elecciones “si quiere saber el candidato del PP”

el 05 sep 2013 / 21:45 h.

El líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, y el portavoz, Carlos Rojas. El líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, y el portavoz, Carlos Rojas. El PP-A tenía muy claro cuál iba a ser su estrategia en el debate de investidura y no sorprendió. Su líder, Juan Ignacio Zoido, hilvanó un discurso con tres claves: uno, que Susana Díaz “hereda” el escándalo de los ERE, que su nombramiento es un “fraude” porque no hay elecciones anticipadas y que la sucesora de José Antonio Griñán no es el cambio, sino “más de lo mismo”. Aunque quedaron claros sus argumentos, el alcalde de Sevilla tuvo que aguantar el chaparrón de críticas y sarcasmos por la situación de interinidad que vive el PP andaluz, sin candidato a la Junta y con un líder regional que espera como agua de mayo que la dirección nacional lo libere de esta responsabilidad. Nada más subir a la tribuna del Parlamento, Zoido atizó con los ERE, el mayor caso de corrupción conocido en Andalucía, que Díaz evitó mencionar en el debate. “Usted y Griñán están irremediablemente unidos por este fraude”, aseguró. El líder popular dedicó la mayor parte de su primera intervención a disparar contra el expresidente andaluz –que no estaba sentado en su escaño–. Criticó que Griñán “haya salido huyendo sin arreglar el paro y acorralado por la corrupción” y afeó que se vaya “sin pedir perdón y dejando amarrada la presidencia para su discípula, para que nada cambie”. “Le ha faltado valentía; se va por la puerta de atrás, eso sí, a otro puesto donde seguir aforado para evitar su imputación”, dijo sobre la posibilidad de que Griñán sea senador. Zoido hizo un recorrido por la “herencia nefasta” que deja el veterano socialista, con 442.000 desempleados más. En su réplica, Díaz le llegó a recordar que el presidente ya no está y que éste es su debate de investidura. Precisamente el “traspaso de poderes” entre los socialistas fue la segunda idea fuerza de Zoido. Reiteró que la investidura de Díaz es “legal, pero de dudosa ética política” e insistió en que supone un “fraude” para los ciudadanos que les gobierne alguien a quien no han votado. “Un segundo dedazo no es un cambio, sino una forma de aferrarse al poder”, subrayó. Por eso volvió a exigir que convoque elecciones. “Si no hay elecciones, usted será una presidenta elegida por 21.000 firmas de socialistas en una comunidad con más de ocho millones de habitantes”, señaló el dirigente popular, en referencia a los avales que cosechó la socialista en las primarias fallidas de su partido. elecciones // Díaz, que se creció en el cuerpo a cuerpo con Zoido, aseguró que va a ser la presidenta “de todos los andaluces” y le recordó que él tampoco fue el cartel que los ciudadnos votaron el 25 de marzo. “Es cierto que yo no he sido candidata, pero usted tampoco”. Y empezó a asestar golpes en el órgano más débil del PP-A: su liderazgo interno. “Resuelvan su problema de interinidad. Andalucía necesita una oposición fuerte”, le reclamó. “No sé el tiempo que le queda a usted en la política andaluza, pero yo no tengo tiempo que perder (...) El tiempo que esté usted aquí, el que quiera o el que le dejen, le pido que me ayude en mi tarea”. La candidata a presidenta aprovechó para aflorar la incoherencia del PP al pedir elecciones anticipadas, pero no presentar si quiera un candidato en la sesión de investidura. A Zoido se le notó alterado en este terreno porque está cansado de que el PSOE use la crisis interna de su partido para atacarle. “No se preocupe de nosotros. Si quiere saber quién será el candidato, convoque elecciones”, le retó. El líder popular se mostró convencido de que Andalucía está asistiendo a un “fin de ciclo que se ve venir porque sólo se está consiguiendo alargar la agonía como en todos los grandes regímenes, que cuanto más largos son más daño hacen a la ciudadanía”. Y apostó por que los andaluces castigarán el nuevo “dedazo” que se ha producido en la Junta con una victoria del PP “corregida y aumentada para poder gobernar”. Como en cada debate, Zoido volvió a recordar que su partido ganó las últimas autonómicas, pero esta vez rompió una lanza por su antecesor, Javier Arenas, en el punto de mira por el escándalo de los sobresueldos en negro del PP por su relación con el extesorero Luis Bárcenas. Zoido dijo sentirse “orgulloso” de Arenas –que estaba sentado en su escaño, serio– y estas palabras arrancaron un sonoro aplauso de la bancada popular, que había animado poco a su líder. El alcalde de Sevilla reivindicó igualmente el programa con el que su partido se presentó a las andaluzas (lo mostró en varias ocasiones) y pidió a Díaz que tome nota de las medidas que “funcionan” en otras comunidades. Tras defender la gestión de Mariano Rajoy, Zoido arremetió contra las propuestas que la presidenta lanzó en su discurso de investidura. “Todo lo que usted ha prometido ya lo han incumplido sus antecesores”, sostuvo. Restó credibilidad a estos compromisos y habló de “continuismo”. “Quienes nos han traído paro y pobreza no están legitimados para traernos más de lo mismo”, apostilló.

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