El desenlace del complejo relevo en la cúpula del PP andaluz, con un liderazgo interino que se ha prolongado año y medio, se acerca. Así lo anunció ayer el todavía presidente de los populares andaluces, Juan Ignacio Zoido, que abandonará el cargo en la dirección en menos de un mes. La designación del candidato popular a la presidencia de la Junta, que va a dirimirse en un apresurado congreso extraordinario en diciembre (probablemente la tercera semana), lleva aparejada la salida de Zoido del puesto de mando en el partido. No habrá bicefalia, para evitar prolongar la transición definitiva más de lo necesario, afirmaron fuentes del partido. El que encabece el cartel electoral en las elecciones autonómicas de 2016 será el nuevo presidente del PP-A.
El momento sin duda se acerca, podéis estar tranquilos que la hoja de ruta está preparada, la tenemos diseñada y pronto la vamos a empezar a desempeñar. En los próximos días vamos a tomar juntos decisiones que nos van a marcar el camino, el presente y el futuro, dijo Zoido, tras pronunciar un discurso entre la despedida y el misterio. El consejo andaluz de alcaldes del PP, reunido ayer en Sevilla, había generado mucha expectación, porque dos días antes la dirección nacional del partido había aceptado desatascar, finalmente, el espinoso asunto de la candidatura andaluza, autorizando un congreso extraordinario antes de Navidad. El anuncio del cónclave se hizo público a la par que el nombre de José Luis Sanz, secretario general del PP-A, aparecía como el candidato más consolidado para sustituir a Zoido. Pero el acto de ayer no fue un suma y sigue. El alcalde de Sevilla no despejó la fecha del congreso extraordinario ni mencionó en ningún momento a su número dos. Fuentes del partido aseguraron que la semana que viene se despejará el calendario hasta el cónclave de diciembre y el nombre del aspirante y futuro presidente del partido. Ha llegado el momento de iniciar la carrera definitiva hacia el Gobierno andaluz, pero os pido tranquilidad, la hoja de ruta ya está preparada, insistió.
Partido unido // Todo este estallido de nombres, candidatos, fechas, congresos y plazos que surgió del entorno de la dirección regional del PP el día antes desapareció ayer en cuanto se abrieron los micrófonos. Un paso adelante, dos hacia atrás, los tiempos de la sucesión los marca la calle Génova (sede del PP nacional en Madrid). José Luis Sanz tenía que marcharse a un acto en Huelva, no iba a estar presente durante el discurso de despedida de Zoido, pero antes de irse tuvo tiempo de pasillear con el aún presidente del partido ante la expectante mirada de los periodistas. Se dejaron fotografiar juntos, pero no admitieron preguntas ni abordaron directamente el asunto del relevo. Bastaba la imagen para remarcar que la elección de Zoido sigue siendo su número dos.
José Luis Sanz, alcalde de Tomares, senador y sin sillón de diputado en el Parlamento andaluz, cuenta con el aval de Zoido y con la simpatía de María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP. Pero nada más filtrarse su nombre como definitivo, el viernes pasado, las agrupaciones más críticas (Málaga y Cádiz) se apresuraron a poner pegas y no dar por cerrada la carrera de la sucesión. El PP malagueño, presidido por Elías Bendodo, tiene a su propio candidato (Juan Manuel Moreno, número dos de Ana Mato en el Ministerio de Sanidad), y el PP gaditano, presidido por Antonio Sanz, es el más próximo a Javier Arenas, y por tanto, el más alejado de José Luis Sanz. Por otro lado, el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (presente ayer en el acto), aseguró sentirse liberado de que su nombre se haya descolgado de las quinielas, y admitió que Sanz tiene menos inconvenientes para ser el candidato, porque desde hace año y medio tiene el control orgánico del partido, asumiendo muchas de las funciones de Zoido.
El alcalde de Sevilla volvió a explicar que dejará la presidencia del PP-A para concentrarse en el Ayuntamiento de la capital, que gobierna con mayoría absoluta desde 2011. Zoido asumió el mando del partido, disciplinado, porque la dirección nacional se lo pidió hace año y medio, cuando Javier Arenas cedió el testigo tras la victoria insuficiente en las autonómicas. Llevaba meses proclamando que quería marcharse. Acepté capitanear el partido y en este tiempo mi obsesión ha sido mantenerlo unido y fuerte, algo que he cumplido a rajatabla, dijo. Por último, Zoido reclamó a los miembros del partido que le ayuden en esta última etapa porque todo se está acercando.
