Dos causas principales han motivado que otra vez se eche a perder el Jardín Americano de Sevilla . Por un lado, el ignorar su especificidad y tratarlo, pues, como un jardín más, uno cualquiera. Por el otro, que su fundación, Naturalia XXI , lleva dos años sin recibir ni un euro de uno de sus principales patronos, el Ayuntamiento hispalense, de manera que quienes realmente velaban por su correcta conservación, sencillamente o no están o no pueden. A ambos factores se une un tercero: que la botellona que se orquesta en torno a la Pasarela, en el lado de Torneo, está virando hacia el recinto verde.
Una amplia representación institucional se da cita en el patronato del Jardín Americano: Junta de Andalucía, Consistorio hispalense, Diputación de Sevilla, las dos universidades, la Asociación Naturalia -en la que están reconocidos botánicos, entre ellos algunos de quienes concibieron este espacio para la Expo del 92- y Cartuja 93. Sin embargo, las aportaciones económicas vitales proceden del Ayuntamiento y el Gobierno autonómico.
El primero de ellos presupuestó 120.000 euros en 2011, pero el cambio electoral en Plaza Nueva, con el popular Juan Ignacio Zoido como nuevo alcalde, hizo que no se liberara finalmente tal cantidad. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, por su parte, traspasó la conservación del jardín, hasta entonces realizada por la empresa pública Tragsa, al Consistorio, y éste optó por adjudicarla a una compañía privada en un paquete que metía otros recintos verdes de la ciudad. Y la combinación de falta de dinero y privatización no ha sido precisamente buena, a tenor del lamentable aspecto que presenta.
A mediados de diciembre pasado, en el Ayuntamiento consignaron 50.000 euros, pero ese dinero no ha llegado aún, según apuntan en la fundación. El presupuesto de la Junta, en cambio, sí. Con los recursos, se financiaba el control del jardín -no la vigilancia, sino la labor de los monitores-, los programas educativos complementarios -visitas de escolares-, las señalizaciones de las especies vegetales y, por último, las indicaciones especializadas de botánicos sobre la actividad de poda y de conservación en general.
"Esto no es un jardín habitual", dicen las fuentes. Dos técnicos en botánica y en programas educativos trabajaban allí. En octubre pasado sumaban un año sin cobrar. El gerente de la fundación tuvo que regresar a la enseñanza. No había dinero. Las relaciones con el Ayuntamiento se rompieron y la nueva empresa de mantenimiento ignora la experiencia de la fundación en la conservación de la especial flora. "Podan sin tan siquiera saber qué podan. Esto no es un parterre cualquiera, sino que aquí hay variedades que hay que saber tratar correctamente. Tenemos en la fundación señalizaciones nuevas de las especies y ni siquiera las solicitan para reponer las caídas o las ilegibles". "Es más, existe elaborado un amplio catálogo de las especies, y la empresa encargada no lo entrega porque no cobra".
Y mientras tanto, el Jardín Americano se degrada. Ahora están limpiando los estanques repletos de suciedad, algas y cieno. "Hacía un año y medio que no se hacía". "Los patronos conocen esta degradación, reciben informes periódicos", agregan las fuentes. Cinco años de trabajo y 2,5 millones costó recuperar el hoy dejado Jardín Americano.
La Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva y La Plataforma Ciudadana por los Parques, los Jardines y el Paisaje de Sevilla han realizado un llamamiento a otros colectivos civiles y partidos políticos de la ciudad para realizar mañana en el Jardín Americano un acto de "reivindicación" de ese espacio debido al "lamentable" estado en el que actualmente se encuentra este legado de la Exposición Universal del 92 que se recuperó hace tres años y medio.
En agosto, el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, esgrimió el ahorro para retirar la subvención a la fundación Naturalia XXI, y habló de duplicidad de funciones porque éstas las ejecutaban otros departamentos del Ayuntamiento y se cubrían todas las necesidades del Jardín Americano, incluida la conservación y también los programas de educación ambiental.
La concejala socialista Encarnación Martínez denuncia el "absoluto desconocimiento" del recinto por parte del Consistorio y el estado de "abandono" en que ha quedado el espacio. De hecho, niega que se esté realizando actividad educativa alguna -un extremo que también destacan fuentes de la propia fundación Naturalia XXI- y apunta que el aula de difusión medioambiental está cerrada.
Martínez considera que las actuales labores para conservar este espacio verde "no son las apropiadas. Esto no tiene nada que ver con cualquier jardín, pero en el Ayuntamiento no lo entienden". "Se está dejando morir el Jardín Americano", sentencia la edil socialista.
