La Virgen de los Reyes será trasladada al Sagrario

Fernando Marmolejo limpiará a fondo la urna del Rey San Fernando, lo que obliga a modificar el escenario de los dos besamanos y de la octava en honor de la Patrona de Sevilla

29 jun 2017 / 22:35 h - Actualizado: 29 jun 2017 / 22:38 h.
  • La Virgen de los Reyes. / José Luis Montero.
    La Virgen de los Reyes. / José Luis Montero.

Ni los dos besamanos, ni la octava en su honor que sigue a la procesión del 15 de agosto. Buena parte de los cultos que el Cabildo Catedral consagrará este mes de agosto en honor de la Virgen de los Reyes no tendrán como escenario el habitual de la Capilla Real. El motivo son las obras de mantenimiento y limpieza en profundidad que el Cabildo Catedral ha decidido acometer sobre la urna del Rey San Fernando, proyecto que le ha sido confiado al orfebre Fernando Marmolejo.

Con motivo de estos trabajos, la imagen de la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis será trasladada «a finales de julio y de manera privada» a la parroquia del Sagrario. Allí se celebrarán tanto el primer besamanos a la Virgen, fijado para los días 4 y 5 de agosto, como el segundo besamanos, que se desarrollará los días 20 y 21 de agosto. Asimismo, la octava que sigue a la tradicional procesión del día de la Asunción de la Virgen también se celebrará en la parroquia del Sagrario. Las obras de limpieza de la urna apenas se prolongarán durante veinte días. El 22 de agosto, tras la celebración del último día de la octava en honor a la Virgen, se procederá a la apertura de la urna con el cuerpo incorrupto del Rey San Fernando III. Para ese día, según informaron fuentes de la Asociación de Fieles de la Patrona, la imagen de la Virgen de los Reyes ya estará de vuelta en la Capilla Real.

El orfebre Fernando Marmolejo asegura que, a la vez que se acometa la limpieza de esta grandiosa obra, se irá elaborando un informe sobre su estado de conservación, especialmente en cuanto a la situación de los ensambles. “Lo que se pretende es devolver a esta gran obra el esplendor con que la ejecutó el orfebre Juan Laureano de Pina, que recibió el encargo en 1671 y la terminó 34 años más tarde”, apunta Marmolejo.