Pedir la Medalla de Andalucía para Pepe Marchena está bien, así como querer que sea nombrado Hijo Predilecto de Andalucía, como pretenden en su pueblo, porque si ha habido un genio del cante, ese fue el llamado Maestro de Maestros por el periodista Bobi Deglané. Y a todo esto, ¿qué hace el pueblo de Marchena por su hijo más universal? Por no tener, no tiene ni una casa museo o un centro de documentación. Cuando falleció su viuda, Isabel Domínguez Cano, en 2012, estuve en el entierro y sentí pena por ella, que era una gran amiga. Además, porque habíamos cuatro gatos en su entierro y pude ver con mis propios ojos cómo sacaban al maestro para meter el cuerpo de su esposa en el mausoleo, donde además descansan los restos de la madre del artista, Rita Tejada Martín, y los de su hijo Piqui, muerto en plena juventud. Todos apilados en una misma tumba. ¿Acaso no merece este genio del cante un mausoleo en condiciones? Ojalá la Junta otorgue lo que piden desde Marchena, aunque se deberían hacer mirar lo del triste abandono al que lo han sometido.