Adiós, sir Simon

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30 may 2018 / 21:18 h - Actualizado: 30 may 2018 / 23:18 h.

En estos días comenzaron los conciertos que marcarán la finalización de Simon Rattle en su puesto de director principal de la Philarmonica de Berlín. El primero de ellos, retransmitido por el sistema de Digital Concert que permite verlo en directo a cualquiera persona conectada a internet, previo pago, presentó un programa que resumía el afán del director inglés en estos dieciséis años: una obra del compositor Jörg Widmann realizada dentro del programa de creación contemporánea creado por la orquesta. Siguió la tercer sinfonía de Lutoslawski’s, quizás una de las obras más imaginativas del siglo XX y para concluir una demostración del trabajo de Rattle con los grandes clásicos: Primera sinfonía de Brahms.

Este mismo programa se repetirá en la última gira del director y la orquesta por Londres, VIena, Amsterdam, Madrid y Barcelona durante las próximas semanas.

Pero este programa de despedida tiene un broche especial el próximo día 16 de junio (visible por Digital Concert) con una edición especial de los Conciertos Nocturnos que puso en marcha el director en el año 2011 y que intentaban dar un contexto más íntimo con programas más originales y variados. En esta sesión, aparte de intervenir la Philarmonica, está prevista la actuación sorpresa de grandes solistas.

Y para concluir el anual concierto al aire libre en el Waldbühne de Berlín (24 de Junio, accesible también por Digital Concert) donde Sir Simon presentará un repertorio en el que compartirá obras de Gershwin, Fuauré, Kachaturian y Respighi y los Chants d’Auvergne interpretados por la mezzo soprano Magdalena Kozëná, actual esposa del director.

La elección en 1999 de Sir Simon no estuvo falta de controversia, pues algunos sectores culturales alemanes preferían a Daniel Barenboim. No podemos olvidar el singular sistema de designación del director de la Philarmonica que es realizado por los propios músicos de la orquesta. Ya en esos momentos se vio la capacidad de gestión del director que procedió a ganarse a sus detractores al rechazar firmar el contrato hasta asegurase que cada miembro de la orquesta recibiese un buen sueldo.

Desde su nombramiento, Rattle ha reorganizado la Orquesta Filarmónica de Berlín en una fundación, comprendiendo sus actividades más bajo el control de sus integrantes que de los políticos. También consiguió un notable aumento de los sueldos de los miembros de la orquesta, después de que hubieran bajado considerablemente en los años noventa. Sobre todo logró introducir la orquesta en el siglo XXI: la posibilidad de seguir los conciertos por internet con altísimo nivel de calidad, el desarrollo de programas educativos con los colegios y jóvenes de Berlín, jornadas de puertas abiertas donde reúne una orquesta de no profesionales y múltiples actividades lúdicas para dar dimensión mundial a la orquesta y a su sede.

La marcha de Rattle nos deja un vacío en la compresión de la música ya que su mirada, que lograba mezclar lo más contemporáneo con las más clásico, la voz y la palabra, nos permitía experimentar la grandeza de la Philarmonica Berlín.