Algo más que dulces...

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07 dic 2016 / 23:02 h - Actualizado: 07 dic 2016 / 23:02 h.
"Habla, Sevilla"

Apenas 48 horas han pasado desde que finalizase la XXXII Exposición y venta de dulces de los conventos de clausura de la Archidiócesis de Sevilla y provincia. Hasta veinte conventos se han dado cita para –como cada año– poder comprar dulces realizados con un mimo fuera de lo corriente, impropio de la velocidad con la que se vive en pleno siglo XXI. Nos colocamos en una situación privilegiada en lo gastronómico, pero también en lo cultural y patrimonial. En lo primero, porque podemos degustar productos de una exquisita calidad sin necesidad de ir lejos a adquirirlos, o –dicho de otra forma- que de no ser por esta muestra difícilmente nos desplazaríamos. Buen ejemplo de ello son los conventos de las Jerónimas de Constantina y Morón, de las Clarisas de Alcalá, Estepa, Marchena, Morón y Carmona, de las Dominicas de Bormujos, Mercedarias Descalzas de Marchena y de Osuna, de las Concepcionistas Franciscanas de Osuna o las Carmelitas Calzadas de Utrera. Pero también resulta privilegiado el aspecto cultural y patrimonial. El hecho de que sea el Palacio Gótico del Real Alcázar de Sevilla el que abra sus puertas es una oportunidad que no se da todos los días. Entrar en el palacio real (en activo) más antiguo de Europa, y declarado Patrimonio de la Humanidad, es algo que no está al alcance de muchos. Incluso –en lo cultural– podemos ver las exposiciones que se suceden en el Monasterio de Santa Inés, con su magnífico claustro del siglo XVI; o hacer actividades varias en San Clemente.

En definitiva, si además de lo expresado, añadimos que en esta edición también se ha pensado en celíacos, diabéticos o intolerantes a la lactosa, concluimos que hemos gozado de algo más que de una exposición y venta. Por todo ello, sumando lo gastronómico, cultural o patrimonial, es por lo que creo que hemos estado ante algo más que dulces...

Mientras tanto, ¡sé feliz!