Ante todo... mucha calma

12 abr 2018 / 20:29 h - Actualizado: 12 abr 2018 / 20:29 h.

Un anciano de 83 años ha sido condenado por matar de un disparo a uno de los dos ladrones que entraron en su casa y torturaron a su mujer, le pusieron una pistola en la cabeza y les golpearon con un palo.

Para evitar que usted sufra la misma condena, le doy unos consejos por si alguien asalta su casa con su familia dentro. En primer lugar, si uno de los atracadores le pone una pistola o cuchillo en el cuello y le pide las joyas, diga usted al atracador que no tiene ninguna joya, pero que le va a dar una... cosa con la misma rima. Quizás el humor ayude a hacer menos tensa la situación y mientras el ladrón se descojona, usted huye. Si no sucede esto y el asaltante comienza a torturar a su esposa, contrataque usted y póngale en el vídeo el Discurso de Navidad de Puigdemont, para igualar crueldades.

Si nada de esto logra disuadirlos y comienzan a molerlos a palos a usted y a su pareja, nada de repeler la agresión, por favor. Corte un poquito de jamón y queso, fría unas cocretitas, saque una Cruzcampo de a litro fresquita y trate de que entren en razón mientras les da unos azotitos en las nalgas, susurrándoles «malo, malo». Seguro que eso acaba por desmontarlos.

Pero si no es así, invítelos a que acaben de cortar el jamón, con un cuchillo de plástico, eso sí, no sea que el señor asaltante se corte y tengamos un problema. Con estos consejos, seguro que ni usted ni su familia, ni siquiera los rateros, tienen por qué temer.

Es que hay por ahí cada anciano desalmado que da miedo, oiga.