Por vez primera en 30 años, el baloncesto de élite en Sevilla es sustentado por empresas y empresarios de Sevilla que se la juegan. Es lo más novedoso e importante al evitar la disolución de un club que no fue creado desde las canchas sino desde el despacho de Miguel Ángel Pino como presidente de la Diputación Provincial. En tan atípica génesis política se utilizó a la Caja San Fernando (fundada por la Diputación en 1930) para sufragar el presupuesto. Como si el club fuera una empresa pública.
En la temporada 1961-62, tanto el Sevilla como el Betis tenían sección de baloncesto. La sevillista procedía de hacerse cargo del club de la Universidad (y también tuvo equipos en atletismo, rugby y balonmano), y la bética de asumir el del Colegio Claret. Breve racha de modernidad para asemejarse a líderes como el FC Barcelona, con equipos profesionales en cinco deportes y amateurs en otros diez.
Quienes necesitan convertirlo todo en cainismo y en chiste alegan que media ciudad perderá la ligazón porque se lo queda la otra media, con el nuevo nombre de Betis Energía Plus. Error: societariamente, el club no era de Sevilla. Era... de nadie. Con un dueño provisional: La Caixa. Sí es sevillana Energía Plus, la empresa creada por Sergio Martín de la Rosa, y uno de cuyos accionistas es Ángel Haro, presidente del Real Betis Balompié Sociedad Anónima Deportiva, donde también manda otro empresario al alza como José Miguel López Catalán (Genera Games). Tienen la ocasión de convertir el marrón en una gran oportunidad deportiva, social y empresarial.