Hay veces que la noticia no es desoladora por ser desagradable, la noticia es a veces indignante e injusta y otras parecen una pesadilla. Lo que está sucediendo en el convento de Santa Inés ya se sale de la noticia y pasa a ser un insulto a la moralidad. Esta congregación con mas de 600 años fundada por doña María Coronel, lleva conservando con mimo las obras de arte que en su interior poseen hasta el extremo inimaginable. Cierto es que en lo que se refiere al arte y conservación existe un órgano regulador el cual trabaja para que se establezcan criterios de restauración. Estas humildes hermanas, cada vez con menos recursos y personal hacen un esfuerzo diario para que se mantenga todo en perfecto estado. Su principal encomienda es la oración, la caridad y llevar la palabra de Dios, en definitiva hacer el bien al prójimo. La Junta de Andalucía ha propuesto una multa de 170.000 euros por reparar el órgano, con el que practican en forma de canto sus oraciones y solemnizan el culto, sin permiso. Cantidad que evidentemente es imposible de pagar dada la precariedad de su economía y falta de recursos. Este fastuoso órgano que Bécquer inmortalizó en la vida de Maese Pérez, el organista, un hombre solitario, austero y pobre, que todo lo que poseía era para el más desfavorecido, reclama desde su corazón de viento que reconsideren tan desmerecida sanción y que la ley se ajuste a la realidad. ¿Es conservación o existe otro interés para que abandonen el lugar? . Hazme un favor, sé feliz.