José Ignacio del Rey Tirado será el encargado de exaltar nuestra Semana de Pasión, y José Julián Gutiérrez Aragón, Pepillo para nosotros, pondrá los trazos precisos para que 2018 quede plasmado, como nos viene acostumbrando, con una gran obra. Qué orgullo más tremendo tener la responsabilidad de contar a todos lo que cada uno de nosotros sigue escribiendo cada año y nunca termina de concluir. Qué compromiso más grande impregnar en un lienzo esa milésima de segundo que resume toda una vida de amor y devoción, defendiéndose ante la batalla del blanco con óleos, acuarelas o grafitos. Desde la Madre y Maestra Jesús Nazareno y su Madre de la Concepción verán a otro hijo suyo subir al atril del Maestranza, como ya lo hiciera su propio hermano, Eduardo en 1999, tres años después de otro hermano nazareno, Carlos Colón. Desde aquí me gustaría trasladarles mi enhorabuena y sobre todo que Dios esté siempre en cada palabra, en cada trazo, porque si no fuese así, solo serían frases bien hilvanadas y con buena métrica o proporciones perfectas e hiperrealismo, pero vacías de sentido. Como en aquella protestación de fe de 1999, ¿renunciáis a pregonar una Semana Santa hueca, solo forma; y también a la de exclusiva y retórica doctrina? Si lo renunciáis, el compromiso estará cumplido, el resto se hallará en manos de vuestras almas. Gracias al Consejo General de HHCC, encabezado por don Joaquín Sainz de la Maza, por la elección. Mucha Suerte. Hazme un favor, sé feliz.