Con preocupación, claro, como creemos la tendrán todos los españoles en estos momentos, incluidos los ganadores de la moción de censura. Se abre una nueva etapa en la gobernanza de España con muchas incógnitas por delante y es lógico que todos estemos preocupados. Es la primera vez de muchas cosas: la primera vez que triunfa una moción de censura, que la gana un candidato que solo cuenta con algo menos de la cuarta parte de los diputados del Congreso, que el candidato ganador ha perdido todas las elecciones a las que se presentó, y que gobernará un partido de izquierda moderada con el apoyo de la izquierda radical y de los partidos independentistas más radicalizados. Y todo ello con dos retos de aupa por delante: Cataluña y el no retroceso en la salida final de la crisis. Y además con un PP en riesgo de división ¡Naturalmente que causa preocupación!
Pero tiene que imponerse la calma. El procedimiento por el que ha llegado al poder el nuevo Presidente Sánchez ha sido absolutamente constitucional y democrático. El partido que va a gobernar lo ha hecho en etapas anteriores durante casi veinte años. Contamos con instituciones fuertes y rodadas. Y estamos en Europa. Por tanto nada de tremendismos apadrinados por euforias o por miedos. Pasarán cosas. ¡Por supuesto que sí! Pero estamos seguros de que la mayoría de los ciudadanos las afrontaremos con calma, desoyendo a los profetas de cataclismos. Y esperamos que el PP pase democráticamente a la oposición sin divisiones internas y ejerza el indispensable control. ¿Vale?