La cuenta de pérdidas y ganancias de una sociedad se estructura en columnas en las que se reflejan los ingresos y los gastos según su naturaleza y actividad correspondiente. Dentro de dicha estructura se distinguen cuatro cuentas. En primer lugar, el resultado de explotación, en el que se integran las operaciones propias de la actividad normal de la sociedad, incluyendo como partida principal el «importe neto de la cifra de negocios», es decir, las ventas de la empresa.
La segunda cuenta es la que contiene el resultado financiero de la empresa, incorporando todos los ingresos y gastos de dicha naturaleza
La tercera cuenta es la que contiene el resultado de explotación antes de impuestos, recogiendo la suma del resultado de explotación y del resultado financiero.
La cuarta, y última, incluye el resultado del ejercicio, incorporando el resultado total después de impuestos.
En la cuenta de pérdidas y ganancias, se suele reflejar, asimismo el BPA o beneficio por acción de la sociedad.
De la cuenta de pérdidas y ganancias, el inversor puede obtener una valiosa información sobre el estado contable de la sociedad en la que desea invertir su capital. Puede tomar conciencia de los beneficios obtenidos por una empresa y de éstos, cuales lo fueron como consecuencia de su actividad habitual y cuales como consecuencia de operaciones financieras.
Es interesante para el inversor comprobar la evolución de la cuenta de pérdidas y ganancias a lo largo del tiempo y, sobretodo, cuales son las partidas que más varían y qué peso tienen en el resultado de cada ejercicio. Los cambios en alguna de dichas cuentas que modifiquen de manera positiva el resultado del ejercicio podrían ser sospechosos, y, en tal caso, el inversor debería consultar en la memoria adjunta a las cuentas los detalles de tales variaciones.