Cunetas de la vergüenza

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23 jul 2017 / 19:37 h - Actualizado: 23 jul 2017 / 19:40 h.
"Memoria histórica"

No me importa tanto dónde esté enterrado Queipo de Llano, como que la historia sea justa en el análisis de sus genocidios y en el terror indiscriminado que fue sembrando contra la sociedad española que no pensaba como él. Que la basílica de la Macarena sea su lugar de enterramiento es una anécdota dentro de la falta de justicia histórica que rodea a la represión franquista en aquellos años de golpismo y paredón. El golpismo franquista de julio de 1936 fue un acto militar y falangista de terror indiscriminado contra la sociedad civil y una limpieza ideológica y moral con las fosas comunes como testigos ejemplarizantes.

En España la historia la siguen contando los que ganaron aquella guerra, por mucho que llevemos 40 años de democracia. Quizás la transición no fuese la época idónea para el revisionismo histórico, pero el no haberlo hecho aún supone un sonrojo para una nación en deuda con su gente, su historia y su democracia. Aún no entiendo por qué cuesta tanto trabajo comprender que el hilo conductor de nuestra democracia en la historia fue la Segunda República y que esas gentes que están olvidadas en las cunetas y en las fosas comunes forman parte de nuestros ancestros democráticos que murieron por defender a España frente al terror que sembraba gente como Queipo o Yagüe.

España necesita escribir una historia justa y hacer justicia con su gente. Necesita reabrir las fosas para que sus muertos descansen en paz dignamente. Digo esto porque es julio y hay españoles que por defender la democracia llevan 81 años olvidados en una cuneta.