Debate (II): El circo ha llegado a la ciudad

¿Recuerdan la película titulada «Blade Runner»? Los Blade Runners eran unos tipos que dedicaban sus esfuerzos a sacar de la circulación a androides Nexus 6 que parecían humanos. Apenas se podían distinguir físicamente de las personas aunque eran más fuertes, más resistentes, se movían y adaptaban mejor; aunque les faltaba empatía y eran incapaces de mostrar respuestas emocionales comparables con la de los hombres y mujeres. Al fin y al cabo, eran androides y soñaban con unicornios.

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24 abr 2019 / 00:17 h - Actualizado: 24 abr 2019 / 09:36 h.
"Opinión","La vida del revés"
  • Roy Batty era un Nexus 6 que soñaba con unicornios. / El Correo
    Roy Batty era un Nexus 6 que soñaba con unicornios. / El Correo

Segundo round. En los extremos, Pablo Casado y Albert Rivera. Sonrisas. Corbatas, Trajes de chaqueta perfectamente planchados. En el centro, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Sonrisas aunque algo más forzadas, parecidas a las de cartón piedra. Corbata. Traje de chaqueta perfectamente planchado. Y eso. Son los presuntos Nexus 6 de última generación.

Arbitran todo este lío Ana Pastor y Vicente Vallés. Nuestros Blade Runners. Tendrán que descubrir empatías, autenticidad, compromiso o capacidades emocionales. Podría ser que descubrieran que solo son políticos españoles que repiten insistentemente eso que tienen grabado en el disco duro.

Todo preparado. Suena la campaña.

La presencia de Vox, de ETA, de Puigdemont y Junqueras o de los nacionalistas vascos, se palpa aunque no se les pueda ver. Y la tensión es absoluta.

Primeros golpes de tanteo en forma de ronda de preguntas. Sánchez dice que a él no le hablen de C´s, que lo suyo es gobernar solo si puede ser. Y la justicia social y la convivencia. Lo mismo de ayer. Rivera dice que a él no le hablen del PSOE ni de Vox, que le tiende la mano al PP. Lo mismo de ayer. Manos tendidas y eso. Casado dice que a él no le hablen de nadie que ellos solos se apañan y que son los otros los que se dan besos y hacen tongo y se arriman a los nacionalistas y a los que fueron terroristas. Lo mismo de ayer. Iglesias dice que él lo que quiere es tener un hueco en el próximo Gobierno, que se muere de ganas, aunque dice cosas diversas para que no lo parezca.

La presencia del aburrimiento llega. Rivera debe empezar a sacar cosas de colores o esto se viene abajo.

Se habla de empleo y los eufemismos son monumentales, los quiebros a la realidad brutales y los datos ocultan lo importante porque no hay quien lo entienda. De pronto, Sánchez suelta la primera bomba: ‘yo no he pactado con los independentistas, que quede claro’. Se insultan sin complejos. Casado y Rivera llaman mentiroso a Sánchez. Lo del empleo lo dejan para mejor ocasión. Iglesias sigue callado con cara de sacerdote comprensivo con los pecadores. Habla para afear la conducta a sus compañeros y Rivera le pregunta si es el árbitro. La tesis doctoral del presidente del Gobierno sobre la mesa. El libro sobre Abascal sobre la mesa. El circo ha llegado a la ciudad. Sánchez peleón. Rivera enloquecido. Iglesias rezando el rosario y regañando al resto por ser malotes. Casado desaparecido. De empleo han dicho cosas (sobre todo Iglesias) aunque lo importante es la que le intentan dar Rivera y Casado a Sánchez.

Comienza el bloque sobre pensiones. Se enredan, se desmienten, se pisan la palabra. Excepto Iglesias que sigue levitando. Hay que reconocer que Rivera se ha puesto en plan político macarra y va imponiendo su ley y sus ritmos. El caso es que dicen lo mismo que durante toda la campaña. Me he perdido. Ah, sí, ya hablan de impuestos. Más de lo mismo. Que alguien se meta un palillo en la boca y saque la cheira para limpiarse las uñas, por favor. Datos, datos, datos. Todo se difumina entre datos que a nadie le importan porque forman una montaña incomprensible.

Vivienda. Propuestas de Rivera: acabar con Podemos y con los okupas. Propuesta de Iglesias: intervenir el mercado (‘como con Franco’, dice Rivera) y expropiar y eso. Propuesta de Casado: Otro que cree que el precio del alquiler disparado se debe a que los okupas existen. ¡A la cárcel con ellos¡ podría ser un buen resumen. Propuesta de Sánchez: Ninguna porque ya lo han hecho estos meses atrás (el presidente sigue hablando de lo que ha hecho y no de lo que va a hacer).

Aborto, cuidados paliativos, eutanasia, feminismo, violencia de género... Todo se mezcla. Propuestas pocas y muy escondidas entre palabrería. Iglesias es el que hace un mayor esfuerzo en dibujar un proyecto de país. Desesperante escuchar lo mismo. Otra vez lo mismo. Los políticos en modo políticos son insufribles.

Para la inmigración o inmigración... ¡Sorpresa: palabrería! Y el presidente leyendo folios sobre lo mucho que ha hecho (como en los mítines) una vez más. Si Cánovas del Castillo levantara la cabeza...

La cultura sigue sin aparecer. Ni una palabra sobre la cultura española. Huy, a última hora han sido invitados a decir una parida y lo han hecho. Qué bonito. Patético.

Les ahorro el resto porque no vamos a sufrir por nada. ¿Propuestas? Ni han llegado ni se espera que lleguen.

No ha habido errores gruesos (lo de «un Plan Marshall» para África de Casado es un mal chiste). No ha habido nada destacable. Nadie ha ganado con claridad. Ni ha sido derrotado. Los indecisos tendrán que ver un capítulo de su serie preferida para inspirarse y votar a unos u otros.

San Pablo Iglesias no ha ganado el debate, pero se ha ganado el cielo.

Maquinavaja Rivera no ha ganado el debate, pero se ha ganado el título de jefe de la banda.

Mister Moderación 2019, antes conocido como Pablo Casado, no ha ganado el debate, pero ha ganado un amigo en José María Aznar.

Mr. President no ha ganado el debate, pero ha ganado... Dejen que me lo piense. No doy con ello.

Y todos, al finalizar, abandonan los estudios de Atresmedia susurrando lo que decía Roy Batty, uno de los Nexus 6 protagonistas de «Blade Runner»: Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas más allá del hombro de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Solo son políticos, solo.