Un 6 de marzo de 1887 —hace ahora 130 años— Manuel Sales y Ferré fundó el Ateneo y Sociedad de Excursiones, conociéndose hoy como el Ateneo de Sevilla; y lo hacía con la intención de potenciar la vida cultural sevillana, impulsando corrientes de pensamiento y estando a la vanguardia de toda la sociedad española.
Si decimos que por ahí han pasado nombres como Juan Ramón Jiménez, Blas Infante, José Mª Izquierdo o Joaquín Romero Murube... o si entre sus Presidentes podemos hablar de Aníbal González, Manuel Cano y Cueto o Amante Laffón; o si-entre sus socios- nombramos a Luis Cernuda o Pedro Salinas, entre otros, convendrá el lector conmigo que, estos 130 años que alumbran al Ateneo, rezuma un nivel cultural, científico o artístico imposible de superar.
Por si su legado cultural fuera poco, tan alta institución lleva 100 años generando ilusión con la organización —me atrevo a decir casi perfecta— de la Cabalgata de los Reyes Magos, cuya última edición supuso el centenario de la misma, cobrando aún mayor apogeo y protagonismo al estar saliendo los 100 años de forma ininterrumpida.
No puedo encontrar mejor forma de finalizar que con las palabras de su actual presidente, Alberto Máximo Pérez Calero, cuando —en alusión a los ateneístas— decía que «Nosotros defendemos la cultura, la libertad y la democracia, y trabajamos por ellas con nuestras actividades».
Vayan mis felicitaciones y mi gratitud, y siendo consciente que siempre estamos y estaremos en deuda —por lo que nos aporta y transmite— con el excelentísimo Ateneo de Sevilla.
Mientras tanto, ¡sé feliz!.