Generar y despejar dudas

El Sevilla no ha respondido a las expectativas en este arranque liguero y el Betis podrá trazarse metas mayores si mantiene su buena línea

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06 oct 2015 / 11:41 h - Actualizado: 06 oct 2015 / 12:11 h.
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  • Pepe Mel felicita a sus jugadores tras el triunfo en El Molinón. / Efe
    Pepe Mel felicita a sus jugadores tras el triunfo en El Molinón. / Efe
  • Krychowiak forcejea con Rakitic mientras Emery observa la jugada desde la banda. / Efe
    Krychowiak forcejea con Rakitic mientras Emery observa la jugada desde la banda. / Efe

El primer tramo liguero anuncia una temporada bastante más igualada de las que hemos tenido ocasión de sufrir los últimos años, con tiránico dominio de FC Barcelona o Real Madrid, que ganaron prácticamente con la gorra diez de las últimas once ligas -todas, con la excepción de la 2013/14, que fue del Atlético-, aunque será extraño que no demarren en cuanto Cristiano o Messi, ahora lesionado, se pongan las pilas.

A nivel local, el comienzo liguero ha generado dudas en el Sevilla FC, que con el plantel más caro de su historia no está respondiendo a las expectativas levantadas. La llegada de gente como Llorente, Immobile, Kakuta, Konoplyanka o N’Zonzi no ha hecho olvidar la marcha de Bacca, Aleix Vidal o Mbia, futbolistas que aportaban un carácter y competitividad que se ha echado en falta en la escuadra de Emery en estos inicios de Liga, en los que el equipo ha estado lastrado también por una exagerada plaga de lesiones. Las cuentas del Sevilla volverán a dar superávit en lo económico (30 millones por Bacca, 20 por Aleix Vidal), pero en el campo el déficit, de momento, es evidente, aunque la última victoria ante el FC Barcelona permite albergar serias esperanzas de que la situación es perfectamente reconducible por Unai Emery, que ya lo hizo otras veces con equipos completamente renovados como el que está armando en esta ocasión.

En las filas béticas se van despejando dudas conforme avanzan las jornadas y se constata de manera fehaciente que hay plantel sobrado para mantener la categoría. Y quizá para algo más. Cuando el propio Mel lo reconoció, justo al acabar el plazo de fichajes, algunos melistas recalcitrantes se llevaron las manos a la cabeza porque temían que se podía pillar los dedos con sus declaraciones.

Desde su regreso al Betis a mediados de la pasada campaña en Segunda, Mel es un técnico más precavido, consciente de que hay que armar a los equipos desde atrás. Y es lo que está haciendo con buen tino y los mimbres que Maciá y Alexis (muchos de los hoy titulares son fichajes del canario, fuertemente denostado la pasada campaña) han puesto a su disposición. Gente como Westermann, Joaquín, Vargas o el mismo Petros -pese a la desafortunada expulsión en su debut- están aportando desde el primer día, junto a N’Diaye, Bruno, Piccini, Cejudo, Portillo o Adán, y por encima de todos el incombustible Rubén Castro, mientras que otros como Digard, Pezzella, Van Wolfswinkel o Van der Vaart se han visto lastrados por las lesiones pero pronto tienen que empezar a aportar. Capítulo aparte merece Dani Ceballos, que lo tendrá.

La temporada promete grandes emociones. Las fuerzas están más igualadas que nunca en los últimos años y todo puede pasar. De momento, el Sevilla ha generado dudas y está lejos de su objetivo (a siete puntos del cuarto tras siete jornadas), pero cuenta con potencial de sobra para reaccionar. Mientras, el Betis va despejando las suyas y cumple con holgura su cometido, que es mucho más asequible (cinco puntos por encima del descenso y a uno de las plazas europeas), por lo que pronto podrá trazarse metas mayores si mantiene las buenas sensaciones mostradas en este arranque liguero.