Juan Merino ha cumplido con creces la misión encomendada por el Real Betis Balompié. Tras una primera aparición en el banquillo del primer equipo en la transición de Velázquez a Mel y con un saldo más que positivo tras vencer en los cuatro partidos de Liga en los que dirigió al equipo, el de La Línea volvió al filial.
Un hombre de club que no dudó en dar un paso al frente cuando de nuevo fue requerido para dirigir al primer equipo. La destitución de Mel y la incapacidad del entonces director deportivo para encontrar un sustituto, propició que Merino dirigiese de nuevo al equipo, primero de forma transitoria y más tarde, hasta el final de la temporada.
Todo hace indicar que de nuevo será relevado en el cargo y aunque en el segundo equipo la aparición de José Juan Romero y los resultados de este podrían haberle cerrado las puertas del que fue su banquillo, aún le restan dos años de contrato por lo que el club deberá decidir qué pasará con el actual entrenador y el sitio que este ocupará en el nuevo organigrama.
Siempre y cuando Merino acepte quedarse, claro. Sus números exigen un respeto: de 16 partidos ha conseguido sumar 21 puntos, suficientes a priori para dejar a la entidad un año más en Primera División.
El beticismo tiene mucho que agradecer a Merino que eso sí, también ha cometido errores. Nunca se ha casado con nadie y su carácter le ha llevado a actuar sin dejar que nada ni nadie influyesen en sus decisiones. Esté o no el año que viene en el banquillo; Gracias por tu trabajo, otra vez, Juan...